El exembajador haitiano en la República Dominicana Edwin Paraison, reveló este miércoles que desde hace dos años habían advertido al presidente de Haití, Jovenel Moise, de que se mudara de su residencia en el barrio Pelerín de Puerto Píncipe, donde fue asesinado la madrugada de hoy.
El diplomático detalló que desde hace precisamente dos años, entre el 6 y 7 de julio, expertos en seguridad de la oposición haitiana habían recomendado a Moise mudarse de su domicilio debido a la amenaza de algunos manifestantes, que habían anunciado buscar al mandatario haitiano y asesinarlo en su residencia.
La recomendación se hizo debido a que la zona donde residía el presidente Haitiano, en Pelerín, no era segura a pesar de ser residencial, debido a que no ofrece condiciones adecuadas para un mandatario establecerse ahí.
“Porque se trata de una sola entrada, una sola salida y está cerca de una cerca de una zona donde se llueve. A veces se inunda, pues hay problemas en la zona, hay problemas en la zona y particularmente problemas en términos de seguridad, pero lamentablemente no escuchó esos consejos”, dijo Paraison al ser consultado por N Digital.
El exdiplomático recordó que el 7 de julio, precisamente la fecha en que fue asesinado Moise, era ya una fecha conmemorativa en Haití por las protestas que se escenificaron en esa nación hace dos años, en los que se pedía la renuncia del presidente haitiano.
“El 7 de julio fue una fecha conmemorativa en Haití. No dentro del calendario nacional, sino hace dos años, por iniciarse lo que ya se conoce en Haití como el Tyrok o el país totalmente bloqueado”, señaló Moise.
Jovenel Moise fue asesinado este miércoles por hombres armados al parecer extranjeros que perpetraron un asalto a su residencia de madrugada en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe, según anunció el primer ministro interino, Claude Joseph.
Tras el asesinato, el aeropuerto de Puerto Príncipe fue clausurado y las aerolíneas que vuelan a la capital haitiana suspendieron o desviaron sus vuelos.
“Esta mañana mismo, a la una de la mañana, 7 de julio, un grupo de personas no identificadas, que hablaban en español e inglés, asesinaron al presidente de la República. El presidente ha muerto a causa de sus heridas”, dijo el primer ministro interino.
Joseph llamó a la calma de la población, aseguró que la “situación de seguridad del país está bajo control” y condenó el magnicidio, que calificó como “un acto de barbarie”.
El asesinato se produce dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato.
Moise había convocado para la misma fecha un referéndum para aprobar una nueva Constitución, un proyecto que no contaba con el apoyo de la oposición ni de la comunidad internacional.
Haití atraviesa una fuerte crisis política desde mediados de 2018 y vivió su momento más grave el pasado 7 de febrero, fecha en la que Moise denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
De forma paralela, Haití atraviesa una honda crisis de seguridad, que se ha agravado en especial desde comienzos de junio por luchas territoriales entre las bandas armadas que se disputan el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe.
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