Tanto los principiantes como los corredores aficionados cometen errores a la hora de hacer la rutina del running diario. Para evitar lesiones a futuro, y ser un buen corredor, estas son las cinco claves que todo corredor debe tener en cuenta a la hora de empezar a darle on a los kilómetros del reloj.
1- Olvidar realizar una entrada en calor
El error más común que llevan adelante los corredores es no hacer una entrada en calor adecuada. Por tiempo, por querer pasar enseguida al trabajo principal, los corredores descuidan la entrada en calor. Al hacer esto, se arriesgan a lesionarse al comenzar a correr fuerte estando fríos. Incluso sin llegar a ese extremo, el trabajo principal del día no es realizado correctamente, se desperdicia la posibilidad de un entrenamiento adecuado.
2- Otro error: descuidar la hidratación.
Hidratarse es fundamental antes, durante y después de una actividad física prolongada. Llegar hidratado al entrenamiento e hidratarse al final es fundamental para cualquier corredor. La falta de hidratación afecta el buen desarrollo de la actividad física y pone en riesgo a la salud. Cada corredor debe asegurarse tener a mano esa hidratación. Si el trabajo es prolongado o si las temperaturas son altas, la hidratación también debe realizarse durante el entrenamiento. Lo ideal es estar correctamente hidratado todo el día, por supuesto.
Los corredores de elite pueden correr todos los días, pero para los aficionados un día de descanso a la semana es fundamental. Si se trata de corredores novatos, dejar un día libre después de cada día de entrenamiento ayuda a mejorar, luego alcanzará con no poner dos días de entrenamiento fuerte seguidos. Siempre recordando que no hay dos corredores iguales y que todo esto depende de cada cuerpo y de cada experiencia en el mundo del running. Hay que saber descansar, porque el agotamiento físico produce lesiones pero también afecta a la mente, el sobreentrenamiento es algo que debe evitarse.
4- No prestarle atención a la alimentación.
Correr bien significa también aprender a comer bien. Siempre con ayuda de un profesional de la nutrición para que nos guíe. Pero más allá de eso, aprender a usar el sentido común. No comer demasiado justo antes de salir a entrenar, no saltearse comidas tampoco. Limitar el consumo de alcohol y los atracones de comida. La dieta ideal para todos no existe, cada caso debe verse por separado, sin embargo todos sabemos que una mala alimentación afecta nuestro desempeño como corredores.
5- No entrenar imitando a otros corredores de un nivel diferente.
Un error muy habitual de los corredores es compararse de forma inadecuada con corredores muy diferentes. Si alguien tiene mucha más experiencia, si corre mucho más rápido, si es mucho más joven o tiene un peso más adecuado que nosotros, seguirle los pasos ignorando estas diferencias puede llevarnos a la frustración pero también a las lesiones. Por el contrario, si alguien es más lento y tiene menos experiencia como corredor, no debemos adaptar nuestros entrenamientos a esa persona. Ir demasiado rápido es tan malo como ir demasiado lento. Cada corredor debe entrenar a su ritmo y según sus posibilidades. Son esos los detalles que nos van a evitar estancarnos o fracasar en nuestros objetivos. Aprender a correr es también estar atento a estas cosas.
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