Tras varias semanas siendo el epicentro de la segunda ola de la COVID-19 en España, Madrid pidió este jueves una «implicación contundente·» del Gobierno español para ayudar a frenar los contagios por coronavirus en la región, principalmente en el sur de la comunidad autónoma y de la capital, donde mañana se anunciarán confinamientos selectivos y nuevas medidas restrictivas.
España suma ya 625.651 positivos y 30.405 fallecidos desde el inicio de la pandemia, y Madrid concentra buena parte de ellos, 186.826 casos confirmados por PCR y 15.727 decesos desde que comenzó la crisis sanitaria, según los últimos datos oficiales.
Sólo en las últimas 24 horas, la comunidad autónoma madrileña sumó 3.841 nuevos positivos, el 35% de los contagios, y se mantuvo un día más a la cabeza de las regiones con más infecciones, seguida del País Vasco (norte), con 551 casos, y Andalucía (sur), con 521.
Según las autoridades sanitarias madrileñas, el número de fallecidos en en las últimas 24 horas en esa comunidad autónoma española ascendió ligeramente al pasar de 27 a 30.
De acuerdo al informe ofrecido este jueves por la Consejería regional de Salud, continúa el incremento de la presión hospitalaria con 2.850 ingresados en el hospital por coronavirus (89 más que el miércoles) y 392 en unidades de cuidados intensivos (21 más).
Las cifras desde el inicio de la pandemia ascienden a 53.479 hospitalizados y 4.630 pacientes en cuidados intensivos de los hospitales madrileños, según ese informe.
UNA IMPLICACIÓN «CONTUNDENTE»
Ante estas cifras, el Gobierno regional de Madrid anunció ayer que tomaría medidas «más drásticas» para frenar el avance del coronavirus «en la línea de confinamientos selectivos» en las zonas con más incidencia, así como restricciones a la movilidad y a la concentración de personas, aunque no precisó los detalles que se espera se conozcan mañana, viernes.
Sin embargo, a la espera de que se produzca ese momento, las declaraciones de principales dirigentes madrileños y de las autoridades sanitarias nacionales se fueron sucediendo a lo largo del día, que culminó con la predisposición del presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, a mantener una reunión con la presidenta regional madrileña, la conservadora Isabel Díaz Ayuso (PP), para buscar soluciones conjuntas a la situación de Madrid.
Así se lo hizo saber Sánchez a Díaz Ayuso por carta, después de que el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado (Ciudadanos, liberales), solicitase al Ejecutivo de Sánchez que se implicara «de forma contundente en el control de la epidemia en Madrid».
En España, las competencias de Sanidad corresponden a los gobiernos regionales y el Ejecutivo español coordina y apoya las medidas que tomen en las distintas comunidades.
«Es absolutamente imposible acabar con una epidemia de estas características solo desde un Gobierno regional», dijo Aguado, quien reconoció que «la realidad de la epidemia en la Comunidad de Madrid está empeorando y que vamos a necesitar hacer más esfuerzos».
«Aunque la situación esté empeorando, estamos a tiempo de poder controlar la curva si somos capaces todos de darnos una tregua política», añadió el vicepresidente regional.
En la carta remitida a Díaz-Ayuso, Sánchez considera necesario estudiar conjuntamente el modo de reforzar los medios que pueda aportar el Gobierno con el fin superar cuanto antes «los momentos críticos que atraviesa la región en beneficio de los ciudadanos».
Para Sánchez, es de la «máxima importancia» actuar en cooperación con todas las administraciones y esa disposición es la que ha inspirado la labor de todos los departamentos del Ejecutivo desde que se inició la pandemia.
LOS MÉDICOS DE MADRID, DIVIDIDOS ANTE LOS POSIBLES CONFINAMIENTOS
Los médicos madrileños se encuentran divididos ante posibles confinamientos selectivos en barrios o zonas de Madrid, una medida que apoya su principal sindicato, pero que que cuestiona otra parte del colectivo, que además de considerarlo un fracaso en la respuesta dada hasta ahora pone en duda su eficacia.
Para Amyts, principal sindicato médico y convocante de una huelga en atención primaria el próximo día 28, esta es una medida que hay que valorar «de forma inmediata». Son partidarios de que se aplique en zonas básicas -áreas de influencia de centros de salud- en lugar de en barrios con el objetivo de frenar la transmisión comunitaria.
El secretario general de este sindicato, Julián Ezquerra, aboga por «medidas drásticas» y, en declaraciones a Efe, defendió que el cierre debe llegar también al trabajo, para que el virus no se propague a nuevos focos, con clausura además de comercios, bares o colegios.
Amyts denuncia que los centros de salud ya están colapsados y los hospitales empiezan a tener «un alto riesgo» y se van a crear ya nuevas camas de uci para el coronavirus. Para resolverlo piden impulsar la atención primaria con más recursos, pero no a tres años sino ahora y asegura que ya se llega «tarde».
Fuente: EFE
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