Canadá anunció este miércoles 2.000 millones de dólares canadienses (1.520 millones de dólares estadounidenses) para la reapertura de instituciones educativas, mientras persiste la confusión sobre las medidas preventivas ante la COVID-19 cuando faltan pocos días para el inicio del curso escolar.
El anuncio también se produce cuando el número de casos de coronavirus en algunas de las principales provincias del país está empezando a aumentar de nuevo tras mantenerse de forma estable o a la baja desde hace semanas.
Las últimas cifras señalan que Canadá suma 126.225 casos de la enfermedad y 9.093 muertes, principalmente en las provincias más pobladas: Ontario, Quebec, Columbia Británica y Alberta.
La ayuda fue anunciada por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, durante una rueda de prensa en la que señaló que el dinero será distribuido a los Gobiernos provinciales, que tienen las competencias de educación, para adaptar escuelas, mejorar sus sistemas de ventilación y adquirir mascarillas y otros equipos de protección.
Trudeau, que antes de dedicarse a la política fue profesor de educación secundaria, afirmó que tras comprobar ‘el nivel de ansiedad y preocupación de los padres en todo el país, incluso con los planes (provinciales) en marcha’, se dieron cuenta de que podían dar incluso más recursos a las provincias.
Los partidos de la oposición criticaron que el anuncio se produce poco antes de la reapertura de las escuelas en gran parte del país, que está prevista para el 7 de septiembre.
Karen Vecchio, diputada del Partido Conservador, el principal grupo de la oposición, señaló en una declaración que ‘el hecho que Justin Trudeau solo ha comunicado a las provincias sobre la existencia de este dinero muestra que está más interesado en montar un espectáculo que en trabajar con las provincias y ayudar al retorno seguro de los estudiantes’.
Hoy, la provincia de Ontario, la más poblada del país, anunció finalmente los detalles del plan sobre cómo actuará cuando se produzcan contagios en las escuelas.
El plan deja en manos de cada director de escuela la decisión de enviar a casa a aquellos estudiantes que puedan tener síntomas de la COVID-19.
Cuando un estudiante contraiga la enfermedad, se requerirá a todos sus compañeros que se mantengan en aislamiento durante 14 días.
Ontario también ha definido como brote infeccioso en una escuela dos o más casos de COVID-19 vinculados epidemiológicamente en un periodo de 14 días.
Mientras, en Quebec, la provincia más castigada por la COVID-19, cerca de 2.000 profesores y profesionales de la educación expresaron confusión, dudas y graves preocupaciones por los planes de la provincia para reabrir las escuelas.
Quebec ha señalado que a partir del quinto grado los estudiantes deberán utilizar mascarillas en las escuelas, pero no en las aulas.
Y a diferencia de Ontario, donde el número máximo de estudiantes en un aula se ha limitado a 15, en Quebec no se ha reducido el número de estudiantes.
Fuente: EFE
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