La periodista, escritora y presentadora Sandra Barneda vuelve a ponerse al frente de La última tentación, una vuelta de tuerca a La isla de las tentaciones, en la que exparticipantes regresan a República Dominicana para vivir nuevas experiencias junto a sus parejas actuales y para enfrentarse a asuntos pendientes (este miércoles 15 a las 22.00 h).
Cinco parejas, formadas por Fani y Christofer; Lester y Patri; Isaac y Lucía; Andrea y Roberto y Mayka y Alejandro, vivirán por separado una experiencia nueva. Cinco de ellos convivirán en Villa Playa con exparticipantes con los que mantienen asuntos pendientes, mientras que sus parejas se alojarán en Villa Luna con la incertidumbre de lo que verán en las hogueras, la ceremonia en las que acceden a imágenes de lo que su pareja hace sin ellos.
Una de las grandes novedades de esta secuela serán los Círculos de fuego, una ceremonia que reunirá en el interior de un aro envuelto en llamas a dos protagonistas, uno de cada villa, con una cuenta pendiente de resolver de forma urgente. Podrán intercambiar posturas y deberán tomar una decisión definitiva que podría afectar a su permanencia en el programa.
Sandra Barneda es de nuevo la conductora sobre el terreno y quien moderará El debate de las tentaciones (lunes a las 22 h).
¿Cómo ha sido este regreso? La observadora más privilegiada, Barneda, nos responde: "Lo que ha ocurrido es que el efecto de volver a la isla emocionalmente para ellos es tremendo, porque les ha cambiado la vida a todos y algunos lo han pasado muy mal. Para ellos es un choque con su pasado", explica sobre los participantes.
A pesar de haber hecho ya mucha tele, no están resabiados. "No vienen aprendidos, es la gracia que tiene esa isla. Jugamos con las emociones y ahí es difícil contenerse por más que pienses que lo tienes todo controlado. Por muy frío que seas es difícil que no salga tu verdadero yo", expone Barneda.
A la presentadora, a pesar de su experiencia, le ha sorprendido "cómo se abren y cómo es de auténtico lo que te cuentan, porque ya nos conocemos, les tengo muchísimo cariño y no les juzgo en ningún momento, lo que hago es dejar que sigan su viaje emocional", explica Barneda, con la única con quien tienen contacto de fuera de su universo mientras están en la isla.
"La sorpresa es que hay gente de todas las ediciones y hay tramas que desconocíamos entre ellos a pesar de ser distintas ediciones y nos enteramos en la isla", explica la presentadora, porque hay conexiones entre los participantes que no se conocían "y hay cosas que han pasado una semana antes de ir a grabar y que dieron un cambio radical al día a día del programa", adelanta.
Para Sandra Barneda este programa en el que el amor, la infidelidad y los celos son el día a día, "no deja de ser un reflejo a la realidad que no nos atrevemos a contar", porque "hay porcentajes sobre infidelidad, pero no hay porcentajes sobre la intensidad del amor y sobre las inseguridades que amar tan intensamente genera".
Y es que a menudo las parejas no son perfectas aunque lo parezca. "Este programa deja de blanquear la pareja. En la pareja sucede de todo, lo que pasa es que a veces no lo compartimos".
Pero aquí hay cámaras y se graba todo y además, los participantes están dispuestos a que todo se sepa. "Ellos son tal cual y tienen la valentía de mostrárnoslo. Si a cualquiera nos pusieran una cámara y nos metieran con una expareja, en un ambiente distendido… no sé qué pasaría".
Sandra Barneda no quiere adelantar nada para mantener la emoción (ella misma solo ve los programas montados el día de su emisión, pero sí avanza: "Hay alguien que a mí me emocionó muchísimo, porque dio un discurso sobre que en la vida estamos para crecer, para aprender".