Apenas en el segundo día de la implementación de las revisiones en los pitchers de MLB para evitar el uso de sustancias ilegales que permiten un mejor agarre y rotación de la pelota, Max Scherzer, el tres veces ganador del Premio Cy Young, explotó furioso en pleno terreno por las constantes peticiones de los umpires.
Al finalizar la primera entrada, Scherzer mostró señales de inconformidad al ser revisado pues hizo gestos mientras extendía todos los artículos que les revisan: Gorra, guante y cinturón, los lugares más comunes para esconder sustancias pegajosas. Dos entradas más tarde, Scherzer se dirigía a la caseta de los Nationals cuando fue llamado por uno de los umpires, quien rápidamente le revisó sus pertenencias y lo dejó seguir su camino a la banca.
Pero el momento cumbre llegó en el cuarto inning cuando el manager de los Phillies, Joe Girardi, le pidió al cuerpo de árbitros revisar una vez más a Scherzer.
La reacción furiosa no se hizo esperar. Al percatarse que la petición iba a proceder, el lanzador inmediatamente aventó la gorra, el guante y se aflojó el cinturón mientras discutía con los umpires. Sin embargo, en ninguna de las revisiones pudieron encontrar algo que beneficiara al mejor lanzador de los Nationals. Al terminar 5.0 entradas, Scherzer había lanzado pelota de una carrera. En ese lapso recibió dos hits y regaló tres pasaportes mientras ponchó a ocho bateadores.