El embajador haitiano en el país, Smith Augustín, expresó este miércoles que el pueblo haitiano se encuentra triste por el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, pero también se sienten contentos con los gestos de solidaridad, principalmente de la República Dominicana.
El diplomático también agradeció a los jefes de misión, diplomáticos y cuerpos consulares acreditados en la República Dominicana que han expresado su solidaridad por el magnicidio ocurrido este día.
“También recibí muchas llamadas de jefes de misión, diplomáticas y consulares acreditadas en este país, realmente vivimos un momento de profundo dolor, pero también nos sentimos muy contentos con tantas muestras de solidaridad por lo que acaba de suceder”, dijo Augustín en rueda de prensa.
Augustín también agradeció al presidente dominicano, Luis Abinader, y al canciller de la República, Roberto Álvarez, por expresar su solidaridad y ofrecer toda la ayuda posible que el pueblo haitiano necesite en estos momentos.
“Fue un golpe a la voluntad popular, también tengo que agradecer al presidente Abinader que expresó públicamente su condena a este acto que él mismo califica de un atentado al orden democrático, también agradezco al canciller me llamó de manera muy amable y expresó su solidaridad al pueblo haitiano y ofrece toda ayuda posible que el pueblo haitiano puede necesitar en esta situación”, dijo el funcionario haitiano hoy.
El embajador dijo, a preguntas de la prensa, que el futuro de Haití es “conseguir la paz” y mantener el programa de gobierno de Moise, incluida la celebración de las elecciones previstas para el mes de septiembre.
Smith dijo que el estado de salud de Martine Moise es “estable” y también aseguró que los hijos de la pareja se encuentran “en lugares seguros bajo protección”.
Moise fue asesinado a la una de la madrugada por hombres armados no identificados que asaltaron su residencia y que, según el primer ministro Joseph, hablaban en inglés y en español.
Al anunciar el estado de sitio, reiteró que la situación de seguridad del país está “bajo control” por parte de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas y pidió a la población que mantenga la calma.
Las calles de Puerto Príncipe se mantienen tranquilas, prácticamente vacías, tras el magnicidio, y la Policía controla los accesos al barrio de Pelerin, donde se encuentra la residencia de Moise.
El asesinato se produce en un contexto de grave crisis de seguridad y política que Moise trataba de atajar y que llevó al nombramiento, el pasado 5 de julio de un nuevo primer ministro, Ariel Henry, quien no ha llegado a asumir el cargo.