Con un 30% menos de acreditados y un incremento notable de películas en la sección oficial, la 74 edición del Festival de Cannes se abrirá mañana con el objetivo de “hacer un buen festival y defender el cine”.
Así lo afirmó este lunes el delegado general del festival, Thierry Frémaux, ante un grupo de periodistas en una sala de prensa rodeada por los preparativos para que mañana el Palacio de Festivales de Cannes luzca en todo su esplendor.
“Hemos recibido muchos mensajes de felicitación por celebrar el festival pero no es un mérito ni un demérito”, aseguraba Frémaux, que recordó que el año pasado intentaron celebrarlo hasta el final, pero no pudieron y este año se ha logrado. “Es nuestro trabajo y nuestro privilegio”.
En 2020, “la situación era mucho más grave que la celebración de un festival aunque fuera el más importante del mundo” y este año, en enero aún o sabían si podrían celebrarlo. Apostaron por julio porque el comienzo del verano pasado la situación en Francia mejoró. Y parece que no se han equivocado.
“Cannes se celebra por los autores, los cineastas, la prensa, por la ciudad de Cannes…Esperamos que se confirme cada día que hemos elegido bien”, señalaba esperanzado Frémaux.
Una edición que llega después de que el festival de 2019 fuera uno de los años más extraordinarios en términos de creación, con la presencia de cineastas como Pedro Almodóvar, Quentin Tarantino o Bong Joon Ho.
Dio paso a un 2020 que fue el año más catastrófico de la historia para el cine, con las salas cerradas en todo el mundo, lo que permitió un “triunfo absoluto y merecido” de las plataformas “cuando el cine no podía defenderse”.
Pero Frémaux considera que las plataformas y el cine pueden convivir. El cine está en todas partes, incluidas las plataformas, lo que “es una prueba de su buen gusto”.
Hay cineastas, como Steven Spielberg, que empezaron en televisión, luego en el cine y ahora vuelven a las plataformas. En el caso de Cannes, Amazon Prime Video coproduce la película de inauguración de esta edición, “Annette”, de Leos Carax, con Adam Driver (que ha interrumpido un rodaje para estar presente) y Marion Cotillard.
Mientras que Netflix no está porque no quiere cumplir una regla muy sencilla, que es estrenar las películas en salas de Francia -en el caso de las de competición- y no quiere participar fuera de competición, precisó Frémaux
Y aunque reconoció que Netflix es una “extraordinaria plataforma”, también quiso dejar claro un punto: “¿Quiénes son los cineastas descubiertos por una plataforma?”. Ninguno y por eso las plataformas reclutan a creadores del cine como David Fincher, Martin Scorsese, Jane Campion o Paolo Sorrentino.
Eso es lo que diferencia las plataformas de un festival como Cannes, cuya misión es descubrir nuevos talentos.
En las secciones paralelas más que en la competición, donde la mayoría son cineastas consagrados.
Y para juzgar su trabajo, este año hay un jurado que es un ejemplo de diversidad, con una mayoría de mujeres y un presidente “que, por primera vez, es un artista negro”.
Otro de los miembros del jurado es el director brasileño Kleber Mendonça Filho, a quien el festival ha querido rendir un homenaje por haber participado dos veces en la competición de Cannes, pero también como representante del cine brasileño y de “un gran país” que ha sido muy tocado por la covid.
Frémaux recordó cómo Mendonça Filho denunció el golpe de estado contra Dilma Roussef desde las escaleras del Palacio de Festivales de Cannes, así que en cierta manera su presencia es además un homenaje al compromiso de los artistas.
Un jurado que tendrá una gran tarea ya que en esta edición se acumulan casi dos años de selección porque hubo cineastas que decidieron esperar para estrenar este año en Cannes sus películas, incluidas en el programa de la fallida edición de 2020.
“A los colegas de San Sebastián, Venecia o Toronto, les pasa lo mismo”, apuntó Frémaux. Ha habido un aumento de películas en la sección oficial, que ha pasado de 58 en 2019 a 70 en esta edición.
Mientras que el número de acreditaciones de periodistas se ha reducido en un 30 por ciento, porque, por ejemplo, para la gente de América Latina, es muy difícil llegar a Cannes, aunque algunos lo han logrado tras cumplir cuarentenas, viajando vía Madrid o Lisboa. “Es muy emocionante lo que la gente hace por Cannes”.
Globalmente en un año normal hay entre 35.000 y 40.000 acreditados y este años -con un Mercado de cine meramente testimonial- hay 28.000. Pero “en enero o febrero pensamos que el festival no se celebraría y aquí estamos”, insistía Frémaux.
Un festival en el que las medidas de seguridad por la covid se aplican a todo el mundo. Los equipos artísticos tienen que cumplir las mismas normas que cualquier acreditado y algunos han viajado con sus propios médicos para hacerse los tests correspondientes.
Llegarán a las galas con mascarillas y se las quitarán únicamente para posar ante las cámaras en la alfombra roja.
Y en lo alto de las escaleras serán recibidos por el presidente del festival, Pierre Lescure, y Frémaux, sin besos ni abrazos y probablemente también con mascarillas, para dar ejemplo, aunque en Francia no son obligatorias en el exterior.
EFE
Publicar un comentario
Muchas gracias por escribirnos, verificaremos tu opinion que es muy util, para nosotros, Bendiciones.