El Renault 4 nació en 1961 y, por lo tanto, festejará 60 años en 2021. Fue el primer auto compacto de tracción delantera, montado sobre una plataforma y no un chasis con largueros, capaz de llevar 5 personas a pesar de apenas tener 500kg de peso y 30 CV de potencia.
En principio con un motor de 600 cm3 y después llevado con el paso del tiempo hasta los 1.100 cm3, que le permitió mejorar casi en 10CV su potencia final, el Renault 4 llegó a Argentina en 1963 como Renault 4L, para luego pasar a llamarse 4S.
Tuvo su versión furgón, lo que le permitió convertirse también en una especie de pionero de los utilitarios chicos. Dejó de producirse en Santa Isabel, Córdoba en 1987. En Europa se fabricó hasta 1992, cuando las estrictas regulaciones anticontaminación, exigían elementos como el catalizador, que su mecánica no podía incorporar. Tras 31 años, se fabricaron unas 8.000.000 de unidades en más de 100 países.
Apenas diez años después del nacimiento del R4 y cinco después de la creación del R16, fue en 1971, cuando un profesor de Gestión en la Universidad de Nueva York que formaba parte de la estructura americana de Renault, llamado Bernard Hanon, le propuso al entonces Director General de Renault en Francia, Louis DreyFus, lanzar un auto moderno, más pequeño e innovador, en busca de la atención de los usuarios jóvenes. En 1972, muy poco tiempo después, comenzó el proyecto bajo el nombre clave 122 y se presentó en sociedad como Renault 5.
El Renault 5 tenía innovaciones de diseño que lo hacían único. Sus paragolpes no eran de acero como era habitual, sino que fueron los primeros en plástico de alta densidad. Las puertas no tenían manija sino una especie de palanca escondida tras la puerta, a la que se accedía gracias a una concavidad en el guardabarros trasero. Y la más llamativa de todas, era un sedán de cuatro asientos pero solo dos puertas, o sea, una mezcla entre una coupé deportiva y un sedán convencional. Su éxito fue inmediato. Entre 1974 y 1983 fue el auto más vendido de Francia.
Si bien comenzó con la misma mecánica del R4, la evolución lo llevó a tener una versión con un motor 1.3 lirtos de 55 CV. Pero la verdadera “bomba” fue lanzada en 1979, cuando apareció el Renault 5 Turbo, que tenía el motor 1.4 litros alimentado a inyección mecánica K Jetronic y un turbocompresor Garrett a 0,85 bar con intercooler que alcanzaba los 160 CV. Para que esto pudiera transmitirse al piso y no tranformarse en un auto inmanejable, se puso el motor en posición central, justo delante del eje posterior y se lo transformó en un auto de tracción trasera. Si el R5 era un éxito, su imagen deportiva lo empujó a un segmento que no lo consumía y entonces logró la nada despreciable cifra de 5.500.000 de unidades. En 1984 nació la segunda generación, llamada Súpercinco.
En total, la vida del Renault 5 llegó hasta 1995, dejando paso a su “hijo moderno”, el Clio.
Luego de Zoe, aquel experimento que se transformó en 2013 en el primer auto completamente eléctrico de la marca, Renault empieza ahora el proceso de transformación de modelos masivos como el Mégane E-Tech, previsto para 2022, pero a partir de esta nueva era eléctrica que denominan “Renaulution”, ha anunciado ya el relanzamiento del R5 y la idea de redefinir el concepto del R4 con un nombre que pretende homenajear a aquel exitoso modelo para inmortalizarlo, a través de una nueva generación a la que llaman 4Ever (para siempre en inglés).
Junto a ellos, Renault ha anunciado que lanzará en total, diez modelos de aquí a 2025, los cuales se producirán completamente ElectriCity, una mega factoría que unifica tres plantas de la compañía que se especializarán en la producción de vehículos eléctricos: Douai, Maubeuge y Ruitz. Entre las tres, fabricarán alrededor de 400.000 unidades por año. Esta unión permitirá reducir costos, optimizar la red de proveedores, pero también crear 700 nuevos puestos de trabajo para poder alcanzar el volumen de producción previsto.
El nuevo Renault 5, efectivamente recurrirá a su origen de auto innovador de segmento B, accesible y versátil, reemplazará al Zoe. La versión definitiva se presentará en 2023, para comenzar la venta en 2024, pero Renault anuncia que será más barato que los autos de la competencia, porque usará baterías de litio ferrofosfato (LFP), que no tienen cobalto y si bien son más económicas por esa razón, también son más pesadas y tienen una menor autonomía. Al menos para la versión base del R 5 eléctrico, esta solución permitirá que el auto tenga un precio de venta al público cercano a los 20.000 euros, un 30% más económico que el mismo modelo en versiones más equipadas, que tendrán baterías de iones de litio.
En el mismo evento de presentación de “eWays ElectroPop”, De Meo dio las primeras pautas del proyecto de regeneración del Renault 4. Sin confirmar concretamente de qué se trata, algo dio a entender al decir que será “este vehículo al que internamente denominamos 4Ever, con lo que indicamos nuestra intención de convertirlo en un clásico eterno de forma instantánea a su lanzamiento”.
Si tanto el Renault 4 como diez años después el Renault 5, han marcado un mojón cada uno en la movilidad urbana, económica y versátil, la excusa de la electrificación de la industria automotriz global, les viene perfecta para revivirlos en busca de marcar nuevamente un camino.
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