Un sacerdote de la Iglesia ortodoxa de Grecia roció con líquido cáustico a siete obispos durante una audiencia disciplinaria en su contra celebrada este miércoles en el monasterio Petraki, en Atenas. Los obispos, así como dos abogados y un policía que trató de inmovilizar al agresor, fueron hospitalizados con quemaduras.
Cuatro de los obispos resultaron heridos leves, uno tuvo que ser trasladado a la unidad de cirugía plástica de otro hospital, mientras que el estado de otros dos es más grave. Uno de ellos fue operado en una clínica oftalmológica, pero evitó la pérdida de un ojo, detalló el diario Ta Nea.
El ataque se produjo cuando el tribunal sinodal estaba anunciando su veredicto final sobre el clérigo de 37 años, que había sido depuesto en primera instancia por conducta indebida a raíz de un caso de drogas.
Se esperaba que los congregados confirmaran la destitución del sacerdote, cuando, inesperadamente, el pope sacó una botella de dos litros y, sin decir nada, empezó a echarles ácido, contó uno de los obispos agredidos a la televisión local. “Cuando vi que sacó la botella, lo primero que pensé fue que era agua bendita”, confesó Kallinikos de Arta, que acabó con quemaduras en la cara.
El agresor fue arrestado después del ataque. En 2018 lo detuvieron por posesión de 1,8 gramos de cocaína, pero en este tiempo han sido muchas las quejas de los feligreses por su comportamiento agresivo.
Fuente: RT
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