La muda estacional que afecta a muchas razas no impacta en algunas de ellas facilitando la convivencia.
Los perros, salvo el perro pila, el perro desnudo peruano, el mexicano y algunas otras razas raras que carecen de cubierta pilosa, tienen pelo. Es cierto y esto no resulta novedoso ni en términos científicos ni de divulgación.
Pero lo que si puede resultar novedoso es que salvo por indicación médica los perros no necesitan y no les hace bien que se les corte el pelo en ninguna época del año.
Muchas personas, desconociendo la propia idiosincrasia del perro y su funcionamiento, insisten en esta práctica pensando que en el verano, por ejemplo, lo alivian del calor. Nada menos cierto.
Para entender los porqué debemos investigar el pelo del perro.
La gran mayoría de los perros tiene dos tipos de pelo: uno largo y firme, exterior, que llamamos pelo verdadero, y otro corto y laxo, interior, muy fino y tenue, que llamamos lanugo, lanilla, jarre o felpa.
La primera capa de pelo, cae lacia a dos aguas o por lo menos tiende a ello, siendo una excelente protección y aislamiento contra las inclemencias del tiempo, sobre todo la lluvia. Esta capa es entonces un aislante de la humedad. El pelo de ella es prácticamente permanente, no está sometido a mudas estacionales, o sea que no se cae sino que sufre un reemplazo constante, paulatino e imperceptible.
La segunda capa de pelo, genera una excelente aislación térmica, y está sometida a lo que llamamos muda estacional, el perro la pierde antes del verano pues durante él no la necesita. No todas las razas tienen esta capa, por ello se dice que algunas de ellas no pierden el pelo.
O sea que el perro tiene un impermeable aislante por encima y un abrigado suéter por debajo que se saca o se pone según la necesidad. Frente a este panorama queda claro que el perro pierde el pelo (y tal vez no las mañas) en algunas estaciones del año, sobre todo en aquellos lugares con marcadas diferencias estacionales.
Otra cosa muy cierta es que el perro regula su situación térmica de manera muy diferente al hombre y a otros animales. El perro no transpira visiblemente como nosotros, pues sólo tiene glándulas sudoríparas en la palma de las manos y en la planta de los pies, de tal forma que su regulación térmica está dada mayormente por la evaporación por la boca (el babeo) y el jadeo.
De esta forma cuando frente a una determinada temperatura ambiente un ser humano aún no ha comenzado a transpirar o lo hace incipientemente los perros, en ese mismo ambiente, ya están jadeando y babeando. Frente a esta situación, nos parece, con esa tendencia a medir todo con nuestra propia vara que los hombres tenemos, que el perro está desfalleciente de calor porque nosotros lo sufrimos.
El perro tiene calor, es cierto, pero no tanto como la humanización de esa situación lo sugiere. Por ello nos conmovemos de esta situación y lo despojamos, sin saberlo al cortarle el pelo, de toda la protección aislante que la naturaleza le brindó. Es como si a un beduino, experimentado hombre del calor y del desierto, le quitáramos las ropas con las que aísla todo su cuerpo.
Al perro le arrancamos el suéter y el impermeable, pagamos buen dinero por ello y como consecuencia sufre peor el calor porque lo privamos de su aislante natural. Increíbles los seres humanos, con tal de no dar el brazo a torcer somos capaces de perder plata, tiempo y ganar dolores de cabeza…
Todos los perros pierden pelo, pero no todas las razas lo hacen en la misma cantidad. La caída del pelo obliga a limpiar la casa para eliminar los pelos muertos que quedan por el suelo y los muebles. Además, puede ser un problema para personas que sufran algún tipo de alergia. Por ello, los perros denominados “hipoalergénicos” son cada vez más populares.
Cuando decimos que un perro es hipoalergénico no es porque tenga un pelo de diferente composición, sino que se debe principalmente a su textura y al ciclo de crecimiento. La caída del pelo también depende del mantenimiento y cuidados que demos a nuestro perro.
Algunas de las razas a las que se les cae poco o nada el pelo:
– El Bichón Maltés tiene un pelo blanco y sedoso que cae hasta el suelo. Su pelo se desprende poco y se considera que es hipoalergénico.
– El Caniche es otro de los perros que se consideran hipoalergénicos, ya que su pelo apenas se desprende.
– El Shih Tzu es otro perro hipoalergénico, su pelo apenas se cae
– El Schnauzer presenta un submanto suave y un pelaje exterior duro y denso que apenas se desprende.
– El West Highland Terrier comúnmente conocido como Westie, tiene un pelo que se mantiene bastante limpio y apenas se desprende, por lo que se considera hipoalergénico.
– El Yorshire Terrier tiene un pelaje largo y sedoso es hipoalergénico y apenas se suelta.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
Fuente: Infobae
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