Un magistrado de la corte suprema de Brasil anuló el jueves otros dos procesos contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva tratados por el exjuez Sergio Moro, que ya había sido declarado “parcial” en el caso que llevó al líder de la izquierda a cumplir 19 meses de cárcel.
Esa decisión invalida todas las pruebas recogidas por Moro y obliga a reiniciar los juicios desde cero, alejando la posibilidad de una condena relativamente rápida en segunda instancia, que le impediría a Lula presentarse a las elecciones presidenciales de 2022.
El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Gilmar Mendes determinó que “hay identidad de hechos y jurídica” entre el caso en el cual Moro fue declarado “parcial” y los otros dos que pasaron por las manos del ícono de la Operación anticorrupción Lava Jato en su juzgado de Curitiba (sur).
Por ello, Mendes ordenó “anular todas las actuaciones decisorias del magistrado, incluyendo los de la fase previa al proceso”.
Lula fue condenado por Moro en 2017 a 9 años y medio de cárcel como beneficiario de un tríplex en el litoral paulista ofrecido por una constructora a cambio de contratos con la estatal Petrobras. Un tribunal de apelaciones confirmó y amplió su condena, lo que le impidió disputar la elección presidencial de 2018 y lo mantuvo preso desde abril de ese año hasta noviembre de 2019.
Pero la segunda sala de la corte suprema (integrada por cinco jueces) atendió en marzo los reclamos de la defensa de Lula sobre la “parcialidad” de Moro, que se habría evidenciado entre otras cosas cuando el ultraderechista Jair Bolsonaro, vencedor en los comicios, nombró al juez ministro de Justicia.
Ese fallo fue ratificado por el plenario del STF por 7 votos a 4.
Mendes extendió ahora esa decisión a las otras dos causas radicadas en Curitiba, ambas en fase procesal. Una está relacionada con reformas realizadas en una hacienda en Atibaia (Sao Paulo) y la otra con la compra de un terreno para el Instituto Lula.
El expresidente (2003-2010), que siempre se declaró inocente, se vio beneficiado en los últimos meses por una serie de absoluciones en muchas denuncias de corrupción tramitadas en varios juzgados del país.
Actualmente, aparte de los casos de Curitiba que serán derivados a un tribunal de Brasilia, el dirigente, de 75 años, enfrenta aún otros tres procesos, uno en Brasilia y dos en Sao Paulo.
AFP.
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