El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo este sábado una maratoniana ronda de contactos con sus aliados en los márgenes de la cumbre del G7 para hablar de su próxima reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y de la situación en el Indo-Pacífico, entre otros asuntos.
Aparte de la reunión bilateral de esta tarde con su homólogo francés, Emmanuel Macron, Biden se encontró por separado con la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro italiano, Mario Draghi; y el mandatario sudafricano, Cyril Ramaphosa.
Además, mantuvo una cita trilateral con los primeros ministros del Reino Unido, Boris Johnson, y de Australia, Scott Morrison.
Estos encuentros se produjeron en los márgenes de la cumbre del G7, iniciada el viernes y que culmina mañana domingo en Carbis Bay (Cornualles, suroeste del Reino Unido).
DÍA ACTIVO DE ENCUENTROS DIPLOMÁTICOS RÁPIDOS
Una funcionaria de alto rango de la Casa Blanca explicó en una llamada con los periodistas que Biden “tuvo un día muy activo de citas diplomáticas rápidas” y de “buenas conversaciones” con varios interlocutores.
“Este fin de semana ha sido realmente una buena oportunidad para el presidente de mantener consultas estrechas con los aliados antes de la reunión con Putin” del 16 de junio en Ginebra, consideró la responsable.
De hecho, el encuentro con Putin fue uno los temas que abordó con Macron y Merkel.
La funcionaria agregó que, durante la conversación con el jefe de Estado galo, hablaron de varios asuntos de “estabilidad estratégica”.
“EE.UU. y Francia se dirigen a la cumbre de la OTAN con una postura unificada”, declaró la fuente, en alusión a la reunión de la Alianza Atlántica del próximo lunes en Bruselas, en la que ambos líderes participarán.
MACRON EXPRESA A BIDEN SU COMPROMISO CON LA OTAN
En ese sentido, la responsable precisó que Macron mencionó su compromiso de contribuir a la OTAN, mientras que Biden manifestó su “muy fuerte apoyo” a la UE durante la reunión de alrededor de una hora que mantuvieron.
Menos tiempo pasó el estadounidense con Merkel, que el próximo 15 de julio se convertirá en la primera gobernante europea que Biden reciba en la Casa Blanca desde que es presidente.
La funcionaria indicó sin aportar detalles que Rusia fue uno de los temas que tocaron en su charla, además de los esfuerzos para acabar con la pandemia; un asunto que Biden ha abordado este sábado en todas las reuniones que ha tenido en los márgenes del G7.
El mandatario estadounidense también se vio por separado con Draghi, al que agradeció el apoyo continuo de su país a la paz y la seguridad de Afganistán, según un comunicado de la Casa Blanca.
La funcionaria, que describió este encuentro como “muy cálido y amistoso”, añadió que uno de los asuntos sobre los que conversaron fue la situación en Libia y que “compartieron su enfoque continuar el respaldo al proceso político allí”.
Además, Biden participó en una reunión trilateral con Johnson y Morrison, en la que coincidieron en que “el contexto estratégico” en la región del Indopacífico está cambiando, con lo que tiene lógica ahondar en la “cooperación estratégica” entre los tres Gobiernos, subrayó la funcionaria.
UNA DEMOSTRACIÓN DE FUERZA FRENTE A CHINA EN EL INDOPACÍFICO
Asimismo, “dieron la bienvenida” a los próximos ejercicios y visitas a esa región del Carrier Strike Group, liderado por el nuevo portaaviones HMS Queen Elizabeth.
El Carrier Strike Group es el mayor grupo de trabajo naval y aéreo bajo mando británico desde la Guerra de las Malvinas (1982).
Dicho grupo recorre actualmente unos 40 países del Indopacífico, con paradas importantes en la India, Singapur, Corea del Sur y Japón, en lo que supone una demostración de fuerza frente a China.
Por otro lado, la reunión bilateral que Biden tuvo con Ramaphosa se centró en la lucha contra la pandemia y hablaron de asuntos regionales, como el conflicto en Etiopía.
El G7 está compuesto por las democracias más industrializadas del mundo: EE.UU., Canadá, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, más la Unión Europea.
Como presidente de turno del grupo, Johnson ha invitado a la cumbre a la India, Australia y Sudáfrica, tres países de la Commonwealth con los que espera estrechar vínculos, así como Corea del Sur, jugador también clave en el Indo-Pacífico, uno de los principales nuevos mercados en el radar de Londres.
EFE
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