Infobae.- Las banderas israelíes ondearon hoy a media asta en la Knesset o Parlamento israelí y en la residencia oficial del presidente, Reuven Rivlin, por las 45 personas que murieron en la estampida ocurrida durante una masiva celebración judía el jueves pasado, en lo que es considerada la mayor tragedia civil vivida en Israel.
Este domingo, declarado día de luto nacional, recuerda a todos los fallecidos, varones de la comunidad ultraortodoxa, que ya fueron identificados y entre los que había diez menores de 18 años.
La Policía israelí investiga las causas de la avalancha que causó además unos 150 heridos, de los cuales doce de ellos continúan hospitalizados, según la radio Kan.
”Llevaremos a cabo una investigación exhaustiva, seria y profunda para asegurarnos de que una tragedia como esta nunca vuelve a suceder”, declaró el primer ministro israelí en funciones, Benjamín Netanyahu, al visitar el lugar del suceso. Además agregó que “hubo escenas descorazonadoras aquí. Personas han sido aplastadas hasta la muerte, niños incluidos”.
El Gobierno canceló una reunión prevista para la jornada de este domingo y los conciertos y eventos deportivos fueron pospuestos.
En torno a 100.000 ultraortodoxos se congregaron el jueves en el Monte Merón de Galilea, al norte de Israel, por la festividad judía de Lag Baomer que celebran con un peregrinaje tradicional en torno a la tumba del rabino Shimon Bar Yochai, un talmudista del siglo II al que se atribuye la redacción del Zohar, una obra central de la mística judía. La celebración, que no es popular entre la comunidad judía que vive fuera de Israel, incluye bailes y fogatas.
El evento fue el más multitudinario celebrado en Israel desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
El ministro de Seguridad Pública, Amir Ohana, asumió la responsabilidad, “pero no la culpa”, y defendió la actuación de las fuerzas de seguridad durante el evento.
La fachada del Ayuntamiento de Tel Aviv y parte de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén ocupado se iluminaron este sábado con los colores de la bandera israelí en señal de luto y memoria a las víctimas.
Mañana lunes, el Parlamento israelí llevará a cabo una sesión especial y los diputados encenderán velas en la entrada del pleno por una tragedia que consternó al país.
Con 45 fallecidos y decenas de personas heridas, la tragedia es la peor ocurrida en Israel en tiempos de paz, ya que supera los 44 muertos registrados tras un incendio en Monte Carmelo en 2010. En el balance de víctimas se incluyen una docena de niños y adolescentes y al menos diez ciudadanos extranjeros, entre los que figuran seis estadounidenses, un británico, dos canadienses y un argentino.
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