El Senado chileno aprobó este jueves el tercer retiro anticipado de los fondos de pensiones para amortiguar la crisis derivada de la pandemia, iniciativa que volverá este viernes a la Cámara de Diputados para su trámite final mientras que el Gobierno busca frenarlo en el Tribunal Constitucional.
Con 31 votos a favor y 11 en contra, el Senado dio el visto bueno al grueso del proyecto gracias a varios votos de parlamentarios oficialistas, aunque en el posterior debate del articulado se introdujeron nuevas modificaciones al proyecto que serán debatidas durante la tarde del viernes en la Cámara de Diputados.
Al igual que los dos retiros aprobados con anterioridad, en julio y diciembre del año pasado, la iniciativa contempla que aquellas personas que lo deseen puedan retirar de manera anticipada el 10 % de sus fondos de pensiones como ayuda económica ante la pandemia.
Durante el debate en particular, los senadores rechazaron varias indicaciones oficialistas que buscaban establecer condiciones sobre quiénes pueden acceder a este retiro, que se pagaran impuestos por los fondos retirados y que se excluyera a los pensionados de rentas vitalicias.
Si la Cámara Baja aprueba el texto tal y como salió hoy del Senado, el proyecto quedará listo para ser ley a expensas únicamente de lo que decida el Tribunal Constitucional, órgano al que el Gobierno recurrió la iniciativa.
EL DEBATE
«Ha habido malas políticas públicas por parte del Gobierno (…) Se podría haber hecho mejor, había recursos», señaló el senador opositor Carlos Montes, que reconoció que los retiros anticipados de pensiones serán «un problema serio en adelante y la política pública tendrá que encontrar algo para resolverlo».
El oficialista Iván Moreira, que también apoyó la medida a contracorriente de la línea trazada por el Ejecutivo, dijo que «si es irresponsable votar a favor, bendita irresponsabilidad por darle de comer a la gente que sufre».
Para el también oficialista Felipe Kast, sin embargo, el proyecto es «populista» y se trata de un «engaño», pues va a dejar a cerca de millones de personas sin jubilaciones.
Presentada por varios grupos de congresistas, entre los que figuran representantes del oficialismo, la medida de un tercer retiro anticipado de fondos de pensiones fue impulsada bajo el argumento de que los 18.000 millones de dólares en ayudas anunciadas por el Gobierno «no están llegando a la población», que se mantiene en cuarentena ante un severo repunte de la pandemia.
Frente a esas críticas, fue el mismo presidente Sebastián Piñera quien anunció el pasado lunes un nuevo paquete de aportes fiscales para contener la crisis económica que afecta al país, cuyo PIB cayó un 5,8 % en 2020.
El primer retiro benefició a más del 95 % de los 11 millones de afiliados al sistema, lo que supuso un desembolso de 20.500 millones de dólares para las administradoras, según la Superintendencia de Pensiones.
El segundo, en tanto, fue solicitado por 7,5 millones de personas y el monto promedio de pago fue de aproximadamente 2.000 dólares por persona.
El sistema de capitalización individual chileno ha sido fuertemente cuestionado otorgar bajas jubilaciones a la población -en promedio cerca de 400 dólares- y cada vez son más voces las que exige transitar hacia un modelo de pensiones más solidario.
Fuente: EFE
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