“Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el Genocidio Armenio de la época otomana y nos comprometemos de nuevo a evitar que esta atrocidad vuelva a ocurrir”, con esta frase Joe Biden se transformó en el primer presidente norteamericano en calificar como genocidio la masacre de 1,5 millones de armenios durante la Primera Guerra Mundial.
El mandatario hizo el anuncio a través de un comunicado este sábado 24 de abril, en coincidencia con un nuevo aniversario del inicio de la masacre de armenios en 1915, cuando tropas del Imperio Otomano combatían la Rusia zarista durante la Primera Guerra Mundial en la región que hoy en día es Armenia. “El pueblo estadounidense honra a todos los armenios que perecieron en el genocidio que comenzó hoy hace 106 años”, aseguró el mandatario para que no queden dudas dedas de su reconocimiento.
La declaración probablemente aumente las tensiones con Turquía, un aliado de la OTAN que rechaza con vehemencia esa designación que ya ha sido adoptada por numerosos países, incluyendo Francia y Rusia. Sin embargo, en el texto, Biden busca conciliar: “Afirmamos la historia. No lo hacemos para culpar a nadie, sino para asegurarnos de que lo que ocurrió no se repita nunca”.
El Genocidio Armenio está reconocido por una treintena de países y por la comunidad histórica. Según las estimaciones, entre 1,2 y 1,5 millones de armenios fueron asesinados durante la Primera Guerra Mundial por las tropas del Imperio Otomano, entonces aliado de Alemania y Austria-Hungría.
“Honramos a las víctimas del Meds Yeghern para que los horrores de lo sucedido nunca se pierdan en la historia. Y recordamos para que permanezcamos siempre vigilantes contra la influencia corrosiva del odio en todas sus formas”, afirmó el norteamericano.
La designación norteamericana llega luego de que 100 miembros del Congreso instaran a Biden en una carta a cumplir su promesa electoral de reconocer el genocidio armenio. El Congreso de Estados Unidos reconoció formalmente las matanzas como genocidio en diciembre de 2019 en una votación simbólica. “El vergonzoso silencio del gobierno de Estados Unidos se ha mantenido por demasiado tiempo, y debe acabar”, indicaba la carta.
Los armenios calculan que un millón y medio de los suyos fueron asesinados de manera sistemática durante la Primera Guerra Mundial por las tropas del Imperio Otomano, entonces aliado de Alemania y Austria-Hungría. Cada 24 de abril conmemoran este genocidio.
El 24 de abril de 1915, miles de armenios sospechosos de tener sentimientos nacionales hostiles al gobierno central fueron detenidos. El 26 de mayo, una ley autorizó las deportaciones “por razones de seguridad interior”, y otra ley del 13 de septiembre ordenó la confiscación de sus bienes. La población armenia de Anatolia y de Cilicia (una región integrada a Turquía en 1921) se exilió por la fuerza en los desiertos de Mesopotamia. Muchos fueron asesinados en el camino o en los campos, quemados vivos, ahogados, envenenados o víctimas del tifus, según informes diplomáticos extranjeros y de agentes de inteligencia de la época.
En 2000, 126 investigadores, entre ellos el premio Nobel Elie Wiesel, afirmaron en un comunicado publicado en Nueva York que el “genocidio armenio durante la I Guerra Mundial es un hecho histórico incontestable”.
“Hoy, mientras lloramos lo que se perdió, volvamos también la mirada al futuro, al mundo que queremos construir para nuestros hijos. Un mundo que no esté manchado por los males cotidianos de la intolerancia y el fanatismo, en el que se respeten los derechos humanos y en el que todas las personas puedan vivir con dignidad y seguridad. Renovemos nuestra determinación compartida de evitar que se produzcan futuras atrocidades en cualquier parte del mundo. Y busquemos la curación y la reconciliación para todos los pueblos del mundo”, afirmó Biden en su esperada declaración.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó este sábado a “terceros” de interferir en los asuntos de Turquía, después que el presidente estadounidense, Joe Biden, reconociera oficialmente el genocidio armenio. ”A nadie le beneficia que los debates -que los historiadores deberían llevar a cabo- estén politizados por terceros y se conviertan en un instrumento de injerencia en nuestro país”, dijo en un mensaje al patriarca armenio en Estambul.
Una treintena de países
El 20 de abril de 1965, Uruguay fue el primer país que reconoció el genocidio armenio. En Francia, el reconocimiento se produjo mediante una ley en 2001, y se celebró por primera vez un día nacional de conmemoración, el 24 de abril de 2019. La negación del genocidio ahí no se penaliza, a diferencia de Suiza, Chipre o Eslovaquia.
En total, los parlamentos de una treintena de países han votado leyes, resoluciones o mociones de reconocimiento explícito del Genocidio Armenio. Se trata de Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Chipre, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Lituania, Luxemburgo, Paraguay, Holanda, Polonia, Portugal, Rusia, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Uruguay, Vaticano y Venezuela. En febrero de 2020, en el contexto de fuertes tensiones entre Damasco y Ankara, el parlamento sirio lo reconoció oficialmente.
Estas votaciones, que emanan a veces solo de una de las cámaras del Parlamento y con las que los gobiernos pueden tomar sus distancias, tienen alcances jurídicos diferentes.
El Parlamento Europeo reconoció el genocidio armenio en 1987.
Entre los países donde se ha votado recientemente una resolución reconociendo el genocidio figuran Holanda en 2018 y Portugal en 2019. En Alemania, el Bundestag, la cámara baja, también adoptó una resolución en 2016, aunque la canciller Angela Merkel la calificó de no vinculante.
El 24 de abril de 2015, en plena conmemoración por Armenia del centenario del genocidio, el papa Francisco lo mencionó como el “primer genocidio del siglo XX”.
La declaración completa del Presidente Joe Biden en el Día de la Memoria Armenia:
Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la época otomana y nos comprometemos de nuevo a evitar que esta atrocidad vuelva a ocurrir. A partir del 24 de abril de 1915, con el arresto de intelectuales y líderes comunitarios armenios en Constantinopla por parte de las autoridades otomanas, un millón y medio de armenios fueron deportados, masacrados o llevados a la muerte en una campaña de exterminio. Honramos a las víctimas del Meds Yeghern para que los horrores de lo sucedido nunca se pierdan en la historia. Y recordamos para que permanezcamos siempre vigilantes contra la influencia corrosiva del odio en todas sus formas.
De los que sobrevivieron, la mayoría se vio obligada a encontrar nuevos hogares y nuevas vidas en todo el mundo, incluso en Estados Unidos. Con fuerza y resistencia, el pueblo armenio sobrevivió y reconstruyó su comunidad. A lo largo de las décadas, los inmigrantes armenios han enriquecido a los Estados Unidos de innumerables maneras, pero nunca han olvidado la trágica historia que trajo a tantos de sus antepasados a nuestras costas. Honramos su historia. Vemos ese dolor. Afirmamos la historia. No lo hacemos para culpar a nadie, sino para asegurarnos de que lo que ocurrió no se repita nunca.
Hoy, mientras lloramos lo que se perdió, volvamos también la mirada al futuro, al mundo que queremos construir para nuestros hijos. Un mundo que no esté manchado por los males cotidianos de la intolerancia y el fanatismo, en el que se respeten los derechos humanos y en el que todas las personas puedan vivir con dignidad y seguridad. Renovemos nuestra determinación compartida de evitar que se produzcan futuras atrocidades en cualquier parte del mundo. Y busquemos la curación y la reconciliación para todos los pueblos del mundo.
El pueblo estadounidense honra a todos los armenios que perecieron en el genocidio que comenzó hoy hace 106 años.
Fuente: Infobae
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