El Palacio de Buckingham ha dejado claro que no acepta la verdad de todo lo que el duque y la duquesa de Sussex dijeron en su explosiva entrevista con Oprah Winfrey.
En una afirmación audaz para los estándares de los pronunciamientos reales, la declaración oficial en nombre de la reina Isabel II señalaba que “algunos recuerdos pueden variar” en referencia a la supuesta conversación que Harry mantuvo con alguien de la familia real que le expresó preocupación sobre el color de piel de su hijo por nacer. En el comunicado de tres párrafos, la monarca también afirmó que el asunto será “tratado en privado” .
La Casa Real británica indicó que “estaban entristecidos luego de enterarse cuán desafiantes fueron los últimos años” para los duques Sussex, que actualmente viven con su hijo en una mansión de USD 14 millones ubicada en Los Ángeles. “Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia” , añadieron al final del documento.
Cuando estaba embarazada de Archie, Meghan dijo que había “preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser su piel cuando nazca”. Hubo, dijo, “varias conversaciones” al respecto con Harry y un miembro anónimo de su familia. Se negó a identificar a quienes lo dijeron, al afirmar que “eso sería muy dañino para ellos”. Y confirmó a Oprah Winfrey que hubiese querido que su hijo tenga el título de príncipe “por seguridad”, pero sugirió que se lo negaron por un presunto racismo que impera en la familia de su marido.
El relato de Harry difería ligeramente del de su esposa. Solo se refirió a una conversación y dijo que fue “justo al principio”, antes de casarse. “Es una conversación de la que nunca voy a hablar”, afirmó el príncipe, quien agregó que fue “chocante” para él. No obstante, aclaró que ese momento sucedió al inicio de su relación con la ex actriz estadounidense y no cuando estaba embarazada de su primer hijo.
Es difícil saber cuál es la posición del palacio puertas adentro, pero quienquiera que haya sido, bien puede tener sus propias interpretaciones de la conversación, fue el mensaje que Isabel II envió al mundo y a la pareja el martes, 72 horas más tarde de la aparición televisiva de los duques de Sussex que fue vista por 17 millones de personas la noche de su emisión.
La propia Oprah contó un día después que Harry le había confesado fuera de cámara, tras la grabación del programa, que no habían sido ni Isabel II ni el duque de Edimburgo, por lo que ahora la sombra se pone sobre el príncipe Carlos o el príncipe William.
Uno de los momentos más dramáticos de la entrevista fue cuando la presentadora le preguntó a la duquesa sobre algunas de sus declaraciones pasadas, en las que describía su etapa como miembro de la realeza en Reino Unido como algo casi imposible de “sobrevivir”.
“Simplemente ya no quería seguir viva”, respondió Markle, que añadió que se sintió “avergonzada” de confesárselo al príncipe Harry por las grandes “pérdidas que ha sufrido”.
“Fue un pensamiento constante, real y aterrador”, señaló.
“¿Tuviste pensamientos suicidas?”, repreguntó Winfrey.
“Sí”, respondió Markle. “Pensé que eso solventaría todo para todos”.
Meghan aseguró que solicitó ayuda a Buckingham, pidiéndoles ir a algún centro donde la asistieran, pero su petición fue rechazada: “Les dije que ‘nunca me había sentido así antes, y necesito ir a algún lado’. Y me dijeron que no podía, que no sería bueno para la institución”.
Una declaraciones que dejan en una muy mala posición a William y a Kate Middleton que lanzaron el servicio de salud mental Shout 85258 -una línea de teléfono confidencial que ayuda a quienes luchan con problemas mentales- que es parte de la campaña “Heads Together”, una iniciativa que el príncipe Harry y los duques de Cambridge lanzaron en conjunto en 2017. Harry ha hablado en varias ocasiones sobre su propia salud mental que lo llevó a hacer terapia para sobrellevar los sentimientos por la trágica muerte de su madre.
En medio de la fuerte presión mediática, que la pareja real criticó duramente, la duquesa de Sussex dijo que la “silenciaron” y explicó que limitaron sus actividades y no pudo salir en meses, lo que le llevó a sentir una profunda soledad. El príncipe Harry, por su parte, explicó que no tenía “ni idea de qué hacer” y que él mismo terminó “en un lugar muy oscuro”.
“No tenía nadie a quien recurrir”, manifestó.
Después de este episodio decidieron apartarse de sus roles, en marzo de 2020, y marcharse del país, tras denunciar la discriminación, mentiras y persecución de los tabloides británicos.
“Harry nos salvó a todos la vida”, manifestó Markle.
Con respecto a su padre, Harry le dijo a Oprah Winfrey que en los primeros meses de 2020 su padre lo dejó de ayudar económicante y que hoy “sobreviven” gracias a la herencia que le dejó su madre, la fallecida Diana de Gales. Y afirmó que los contratos que firmó con Netflix y Spotify es para poder solventar la protección a su familia.
Sin embargo, hay que recordar que la versión oficial de los duques de Sussex decía que querían ser económicamente independientes, tal y como recalcaban en el comunicado firmado por ellos en el que anunciaban que se alejaban de la familia en enero del año pasado.
No obstante, el príncipe de Gales parece diferir en su recuerdo de lo sucedido. Una fuente le dijo al London Evening Standard que el futuro rey se sintió “decepcionado” por las declaraciones de su hijo ya que “hizo todo lo posible para asegurarse que recibieran apoyo financiero”.
La duquesa también ha afirmado que los miembros de la familia real no querían que Archie se convirtiera en príncipe y que está diferencia de trato frente a sus primos podría estar relacionada con el color de su piel, que había preocupado a algunos miembros de la familia antes de su nacimiento. La realidad es que Archie nunca iba a ser un príncipe cuando nació.
Lo cierto es que el hijo de Harry nunca tuvo la posibilidad de tener ese título, por lo menos hasta que Carlos acceda al trono. Las reglas introducidas por Jorge V en 1917 significan que los bisnietos de la monarca, además de los sucesores del hijo /a mayor de Su Majestad, no se denominan Altezas Reales y no obtienen el título de príncipe o princesa.
Es decir que solo los vástagos de la realeza que estuvieran en línea directa de sucesión podrían ser considerados con este tratamiento.
Sin embargo, cuando la reina muera, Archie sería nieto del monarca y, por lo tanto, obtendría su HRH y se convertiría en príncipe. Pero Meghan le sugirió a Winfrey que había planes para cambiar esta regla. “Mientras estaba embarazada, dijeron que querían cambiar la convención para Archie”.
Esto último también está relacionado con otra de sus afirmaciones, porque Harry y Meghan dijeron que su hijo no tenía protección 24 horas porque no era considerado príncipe. Sin embargo, no es cierto, pues ser miembro de la familia real no da derecho esto. Es el caso de las princesas Beatriz y Eugenia, cuya seguridad no depende de la Scotland Yard.
Fuente: Infobae
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