Luke Stark, ciudadano estadounidense y profesor asistente en la Universidad de Western Ontario (Canadá), rechazó una subvención de 60.000 dólares que le ofrecía Google para apoyar sus proyectos de investigación sobre inteligencia artificial (IA).
En noviembre del año pasado, el docente se postuló para el Google Research Scholar Award, un programa de financiamiento económico a profesores que inician su carrera y adelantan investigaciones en campos relevantes para el gigante tecnológico. Stark, quien estudia los impactos sociales y éticos de la IA, creyó que ganar ese premio sería conveniente para sus proyectos académicos, pues pensaba que la división de ética en IA de Google era «realmente fuerte» y que él podría ser «potencialmente líder en la industria».
Sin embargo, su imagen de la empresa fue disipándose a raíz del despido en diciembre pasado de la científica Timnit Gebru, especialista en el campo de la ética de la inteligencia artificial, quien había criticado lo que consideraba un sesgo en la visión de género en la compañía. Ese hecho desencadenó una crisis en Google, que hizo que otros empleados cuestionaran su permanencia ahí y llevó meses después a la destitución de la fundadora y codirectora de su equipo de ética de la IA, Margaret Mitchell, quien de igual manera criticó fuerte y continuamente a la empresa tras la salida de Gebru, su excompañera.
«No puedo aceptar el premio»
El pasado 10 de marzo, Stark recibió un correo en el que Google le anunciaba que había sido seleccionado para recibir 60.000 dólares en financiamiento, destinados a la investigación que adelantaba sobre cómo implementan las empresas la IA para detectar emociones. Una semana después, el educador respondió en una carta que agradecía a la empresa por el «voto de confianza» hacia su investigación, pero dejó claro que no podía «aceptar el premio», en razón de la «solidaridad con las doctoras Gebru y Mitchell, sus compañeros de equipo y todos aquellos que han estado en situaciones similares».
«Espero con interés la posibilidad de volver a colaborar con Google Research en el momento en que la organización y sus líderes hayan reflexionado sobre su decisión en este caso, hayan abordado los daños causados y se comprometan, de palabra y de hecho, a fomentar una investigación crítica y productos que apoyen la equidad y la justicia», se subraya en su misiva, compartida en Twitter.
Una reputación en riesgo
Un portavoz de Google, citado por CNN Business, asegura que Luke es la primera persona que rechaza la subvención en los 15 años que lleva la compañía otorgando becas académicas y de investigación, que hoy alcanzan un número de 6.500.
Las tensiones con el equipo de ética de la IA están representando ya un riesgo para la reputación de Google. A principios de marzo, una conferencia científica suspendió su acuerdo de patrocinio con el gigante tecnológico «en interés de la comunidad». Ese mismo mes, dos académicos protestaron por las acciones de Google y decidieron no asistir a un evento de investigación de robótica.
«Fue un verdadero fiasco la forma en que [Gebru y Mitchell] fueron tratadas. Nadie se ha disculpado aún con ellas. No quiero interactuar con empresas que se comportan de esa manera con grandes investigadores», aseguró uno de esos profesores.
Fuente: RT
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