La suspensión temporal de la vacunación con AstraZeneca en 14 países de Europa tras registrar varios casos de trombos y embolias generó un pánico innecesario, luego de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA), confirmara que el medicamento es eficaz y seguro y se reanudara el proceso de inoculación.
Nuria Investigación Periodística hizo un trabajo en el que aborda el impacto de este hecho en la confianza de la población dominicana en la vacuna de la cual el Gobierno adquirió 10 millones de dosis y recibió otras 50 mil provenientes de la India.
Conforme a lo que establecen los especialistas, la única diferencia entre la vacuna Covishield, fabricada en la India, y la AstraZeneca, de Europa, es el envase. Esto es debido a que la etapa del proceso que más tiempo se toma no es producir la vacuna. Lo que más se demora es lo que en la industria farmaceútica se conoce como “fill and finish”, llenar y etiquetar. Por eso este laboratorio anglosueco envió dosis a la India, el mayor proveedor mundial de medicamentos genéricos, donde es empacado y posteriormente distribuido de manera más rápida.
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Al ser cuestionado sobre si los investigadores dominicanos han hecho algún rastreo para identificar si se ha registrado algún efecto secundario producido por las vacunas que llegaron de la India y que fueron aplicadas al personal médico de primera línea en la batalla contra el COVID, el doctor Jesús Feris Iglesias, infectólogo y miembro del Comité Evaluador de Vacunas del Gabinete de Salud, afirmó que “en relación a AstraZeneca, no tenemos todavía ningún reporte en esos 50 mil casos de algún incidente mayor de trombosis ni mucho menos”.
En lo que sí coincidieron algunos especialistas fue en señalar que el tema se debe tratar de manera delicada, por múltiples motivos. “No solo por la reputación de esa empresa, sino porque si resulta que nos equivocamos señalando a la vacuna de un evento adverso que llegase a descubrirse años después que no es cierto, se retiraría la oportunidad de luchar más rápido contra la pandemia”, planteó el doctor Jaime Ordoñez, PHD en Epidemiología y Magíster en Economía de la Salud.
De su lado, Nuria Investigación Periodística recogió impresiones de diversos ciudadanos para conocer si confían o no en la vacuna, generando opiniones encontradas. “Sí. Yo me la pondría”, dijo el ciudadano Luis Vargas al ser entrevistado. Mientras, algunos explicaron que prefieren la dosis de otro laboratorio y otros manifestaron que esperarán que más personas se vacunen con AstraZeneca para ver si tiene efectos secundarios.
En ese contexto, el doctor Feris Iglesias destacó que “fui de los primeros en vacunarme, por edad y comorbilidad, vacunado por AstraZeneca y no dudo en ningún momento de volverme a ponerme la segunda dosis cuando me toque”.
Al ser cuestionada sobre el tema durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional, la vicepresidenta de la República y coordinadora del Gabinete de Salud, Raquel Peña, aseguró que “República Dominicana, con todo el personal de salud, todos sus científicos e investigadores, estamos totalmente pendientes de cada una de esas informaciones pero sobre todo de la confirmación o no, para entonces nosotros proceder de manera inmediata ante una situación que haya sido confirmada científicamente”.
Y es que al parecer se trata de un problema de competencia entre farmacéuticas, más que de eficiencia.
En ese sentido, especialistas calificaron de válido el pedido hecho por el presidente Luis Abinader a su homólogo estadounidense, Joe Biden, mediante su cuenta de Twitter, en el que pide evitar que la espera de nuevos ensayos demore el acceso inmediato de esta vacuna a países aliados de menor desarrollo.
El jefe de Estado dominicano hizo esta solicitud debido a informes de medios estadounidenses que indican que aproximadamente 30 millones de dosis estaban en las instalaciones de AstraZeneca, en el estado de Ohio, esperando los resultados de su ensayo clínico para su aprobación en Estados Unidos.
El destino de esas decenas de millones de dosis fue objeto de un intenso debate entre la Casa Blanca y los funcionarios de salud federales, unos argumentan que el gobierno estadounidense debería dejarlas ir a países que ya la han aprobado y la necesitan desesperadamente, otros están en contra de liberar estas vacunas.
“Compré más vacunas de las que necesito. Como usted no está haciendo lo que yo le digo, no le voy a regalar vacunas. Pero como usted sí, se la voy a regalar. Fíjese se está haciendo política con la pandemia. Por eso el pronunciamiento del presidente dominicano es absolutamente lógico”, ponderó el epidemiólogo colombiano, Jaime Ordóñez.
El gobierno de Biden había asegurado que no tenían planes de compartir ya que el objetivo era vacunar a todos los estadounidenses primero, pero el pasado jueves informó los planes de donar 2.5 millones de dosis de AstraZeneca a México y 1.5 millones a Canadá.
Finalmente, el pasado jueves, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) confirmó que la vacuna de AstraZeneca es completamente segura y eficaz, despejando de esa manera todo el temor que se había generado en los días anteriores y que propició la suspensión temporal de las campañas de vacunación.
De su lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó continuar usando la vacuna de AstraZeneca “tomando en cuenta que los beneficios de la vacuna superan sus riesgos”.
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