Montar un cuarto de lavado en casa es el sueño de millones de personas. Por cuestiones de espacio o presupuesto, sin embargo, la mayoría se conforma con lidiar con áreas no del todo apropiadas. La solución puede estar en la creatividad, ya que a veces solo tienes que aprovechar lo que tienes a tu favor.
Si ya no quieres tener esparcidas tus herramientas de lavado por todo el hogar y deseas que estén en una habitación independiente, entonces este es el artículo que estás buscando. Te enseñaremos cómo montar tu cuarto de lavado paso a paso y te daremos algunos consejos extras para su decoración.
¿Cómo montar un cuarto de lavado en casa?
El principal obstáculo al momento de diseñar un cuarto de lavado independiente es el espacio. Muchos apartamentos e incluso casas carecen de un lugar amplio para ello, de modo que los inquilinos deben ingeniárselas para hacer frente a la limpieza de la ropa.
Si es tu caso, no debes debes dejar que esto sea un impedimento al crear tu propia área de lavandería. Solo tienes que tener en cuenta una serie de principios y utilizar lo que tienes a tu favor para poder diseñar una con éxito.
Elige un lugar adecuado
Primero lo primero: busca una zona en la que puedas instalar las principales herramientas y accesorios. Si has llegado hasta aquí es porque crees que no cuentas con una disponible, pero recuerda que la meta será usar a tu favor cada centímetro que dispongas.
¿Qué áreas te pueden servir? Revisa las siguientes opciones:
Un armario amplio que no utilices.
Debajo de la despensa de la cocina.
En una pared libre que tengas en una habitación.
Cerca de la estación de la cocina, apilando la lavadora y secadora en sentido vertical.
Junto a un cuarto de baño.
Es común que se asocie la distribución horizontal cuando se piensa en montar un cuarto de lavado en casa. Esto, por supuesto, es un grave error, ya que se puede aprovechar una pared de forma vertical para acoplar todo lo que se necesita para lavar y planchar.
Al momento de elegir el lugar perfecto ten siempre en cuenta el criterio de funcionalidad. ¿Es cómodo, práctico y no interrumpe tu forma de hacer las cosas? Entonces tienes luz verde.
Instala la lavadora y la secadora
Ya tienes el lugar despejado para montar tu propio cuarto de lavado en casa. Ahora debes empezar por instalar las herramientas más utilizadas: la lavadora y la secadora. Ten en cuenta que debes disponer de estaciones de fontanería y electricidad, así que trata de situarlas cerca para evitar gastos añadidos en remodelaciones.
Como apuntamos en la sección anterior, la mejor apuesta es apilarlas en sentido vertical. Así ahorras espacio y puedes usarlas sin ninguna limitación. Si logras distribuir ambas, aprovechando el 100 % del espacio disponible, dispondrás de un par de centímetros de más.
En caso de que aún no tengas una de estas en casa, tienes las cartas a tu favor. Puedes elegir modelos con un peso, tamaño y diseño que se ajuste a la zona. En lo posible, trata de comprar máquinas ecológicas. Estas te benefician en el consumo de servicios y son más sostenibles.
Incluye los accesorios extras
Este punto depende de tus hábitos de lavandería, aunque nosotros apostamos por incluir al menos los siguientes:
Tabla de planchar: de ser posible, instalarla de modo que cuelgue en la pared. Puedes hacerlo detrás de la puerta o aprovechando otros trucos de almacenamiento. Existen soportes también.
Cestas de plástico: útiles para distinguir la ropa limpia de la sucia, para trasladar las prendas hasta el armario, para almacenar toallas y muchas cosas más.
Tendero plegable: los modelos plegables permiten ahorrar espacio cuando no se usan. Algunos se pueden instalar en el techo o en la pared.
Perchero: tan necesario como lo anterior es un perchero. Existen modelos de soportes para tablas de planchar en vertical que los incluyen en su parte superior.
Estos son los elementos básicos que debes tener. Los puedes complementar con otros, como taburetes para sentarse, repisas y estantes para los detergentes, encimeras y mesas pequeñas para doblar la ropa. Todo depende de tu espacio y de cómo logres distribuir los elementos.
En caso de que así lo requieras, puedes instalar también un lavabo para fregar algunas manchas difíciles. Esto, por supuesto, demanda un mayor presupuesto, pero puede ser muy útil al montar un cuarto de lavado en casa.
Ilumina el área
Para finalizar, solo te resta iluminar de forma apropiada la zona para que puedas realizar el lavado sin inconvenientes. Es posible que puedas proceder a hacerlo en la noche por limitaciones de tiempo, así que debes distribuir el sistema pensando en cómo una bombilla o una lampara te beneficiará.
Si tienes estantes o repisas, ten en cuenta que debajo de estos se generan sombras que pueden entorpecer la vista. Usa instalaciones LED; son mas duraderas y amigables con el planeta. También te permiten jugar con el espectro de color para añadir un toque decorativo.
De ser posible, siempre es bueno que tengas una lampara pequeña que puedas colocar sobre la mesa o en otro lugar estratégico. Te servirá cuando las bombillas fijas sean insuficientes.
Estos cuatro pasos y sus respectivas recomendaciones son suficientes para que puedas crear tu cuarto de lavado en casa. Lo puedes hacer sin la mediación de un tercero, sin gastar una fortuna en remodelaciones y aprovechando los centímetros para una mayor funcionalidad.
Consejos para montar un cuarto de lavado en casa
No podemos dejar que emprendas la creación de tu cuarto de lavado sin antes sugerirte un par de consejos prácticos. Estos se orientan tanto en el plano funcional como decorativo, así que puedes sacar un mayor provecho a tu nuevo lugar de acogida.
Incluye plantas de interior
La intención no es convertir tu cuarto de lavado en un invernadero, sino proporcionarle un elemento decorativo que transmita relajación. Las plantas de interior son tu mejor alternativa; fáciles de cuidar y se compaginan muy bien con los ambientes húmedos.
Puedes colgarlas en el techo o en un rincón como elemento decorativo. También puedes hacerte con una pequeña para colocar sobre las repisas.
Oculta tu lavadora detrás de una puerta
Es posible que no quieras exponer a simple vista tu lavadora, secadora y otros accesorios. No te preocupes. Siempre puedes instalar un sistema de puertas o correderas que permitan ocultarlas parcial o totalmente. Esto es de gran utilidad, por ejemplo, si has tenido que montar tu cuarto de lavado en la cocina.
Por supuesto, representa un excedente en tu presupuesto, aunque si optas por algunos materiales no deberías gastar una fortuna en lograrlo. Las puertas se pueden hacer de madera o acero laminado con estilo minimalista.
Ten cuidado con los materiales
No puedes olvidar que el cuarto del lavado es una zona en la que existen constantes salpicaduras y concentración de humedad. Es por esto que debes prestar atención a los elementos que usas para decorar, así como los accesorios que decides incorporar.
Por ejemplo, si tu pared está revestida con papel tapiz, este puede deteriorarse a corto plazo. Su usas cestas tejidas pueden perder consistencia en un par de meses.
Distribuye elementos clave al alcance de tu mano
Los detergentes y los percheros deben estar a la altura de tu cabeza, guardados en un cajón o en una repisa, de modo que tengas un rápido acceso a ellos. Ubícalos de tal manera que no tengas que agacharte en cuclillas o utilizar un banco para alcanzarlos.
Esto lo debes aplicar a cualquier otro accesorio que utilices con frecuencia y dejar así las zonas altas o muy bajas a aquellos objetos que no usas de forma regular. Cuidas tu espalda y evitas posibles accidentes.
Otros consejos que podemos sumar a los expuestos son los siguientes:
Intenta aprovechar la luz natural lo mejor que puedas.
Si hay una ventana cerca, instala una persiana en vez de una cortina.
Opta por suelos antideslizantes si crees que las salpicaduras comprometen a un integrante de la familia.
Decóralo con un estilo natural y agradable, en lo posible diferente al utilizado en la habitación principal.
Un cuarto de lavado en casa es posible
Con los consejos que te dimos ya tienes todo lo que necesitas para montar un cuarto de lavado en casa. Recuerda que, aunque no tengas el espacio que desearías, debes procurar trabajar con lo que tienes para hacerlo un lugar acogedor y funcional. Esto último, después de todo, es lo más importante.
Fuente: Mejor con salud
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