Cuidar de los tatuajes es uno de los aspectos primordiales que toda persona debe considerar cuando decide formar parte de ese mundo. No basta con tener un diseño original o contar con el trabajo de un profesional con amplia trayectoria, debido a que, si no recibe los cuidados necesarios, con el tiempo su calidad se verá reducida.
En este sentido, la atención posterior juega un papel fundamental para que se mantenga a través de los años intacto. Así que te compartiremos algunas útiles recomendaciones que debes tener presente para cuidar de los tatuajes, sin importar la zona en la que se encuentren.
¿Por qué es importante cuidar de los tatuajes?
Hacerse un tatuaje es una responsabilidad desde el momento en que te levantas de la silla hasta el último día de tu vida. Establecer una buena rutina de cuidado del mismo es determinante para que la etapa de curación ocurra de la mejor manera.
Además, se evitan infecciones o el desarrollo de otro tipo de problemas que podrían afectar tu salud. Desde el punto de vista estético, si cuidas del tatuaje como debe ser, siempre mantendrá un aspecto nítido y claro.
Una vez que terminan de plasmarte el diseño sobre la piel, debes tener en cuenta que es una herida abierta en la que pueden penetrar todo tipo de gérmenes y bacterias. Entonces, si sigues el procedimiento adecuado, la piel se mantendrá libre de infecciones y la cicatrización será más rápida.
Luego de atravesar la fase de curación inicial, tu tatuaje envejecerá contigo, por lo que a medida que pasen los años deberás mantener una rutina de cuidado. Solo así evitas su desgaste.
Cuidados para un tatuaje recién hecho
Un tatuaje recién hecho es una herida, por lo que debe ser cuidada como tal. Esto quiere decir que requiere de una serie de procedimientos que aseguren su correcta curación y durabilidad.
Por lo general, el tatuador se encarga de especificarte las instrucciones a seguir. No obstante, te compartiremos algunos cuidados básicos para un tatuaje recién hecho.
Retirar el vendaje y limpiar la zona
Después de tu sesión, el tatuador te colocará un vendaje sobre el tatuaje. Este se retira dos o tres horas posteriores a la finalización o en el tiempo que te lo recomiende.
Muchas veces, cuando quitas el vendaje, el plasma del tatuaje original puede emerger. Luego de eso es momento de limpiarlo y dejarlo respirar. Los productos recomendados para hacerlo son los jabones bacterianos libres de perfumes o alcohol. No utilices ningún tipo de paño sobre la zona, ya que podrían exfoliar y lastimar.
Cuando ya hayas retirado el jabón bacteriano con el agua, es momento de secar con suavidad con la ayuda de una toalla. Deja reposar el tatuaje al menos por 10 minutos antes de continuar con el próximo paso.
Aplicar ungüento
Cada artista tiene un ungüento recomendado, por lo que lo mejor es aplicar el que te indique. Algunos ejemplos son la manteca de karité, las lociones, los aceites y la piel artificial. No coloques demasiado producto para no saturar la zona.
Dejar respirar
En los siguientes tres o cuatro días repite el procedimiento de lavado unas cinco veces por jornada. Acto seguido, recuerda aplicar una ligera capa del ungüento. Después de hacerlo hay que dejar que la piel respire.
Tápalo solo si es imprescindible. Es normal que la primera noche se cubra el área con el propósito de evitar que se pegue a la ropa de cama. Sin embargo, al levantarte debes lavar, hidratar y dejar libre de coberturas de nuevo.
Esperar que sane
El tiempo de recuperación dependerá, en gran medida, del tamaño y ejecución del trabajo. Como referencia, la sanación por completo de un tatuaje es de seis semanas. Pero puede extenderse de acuerdo a las condiciones de salud de la persona.
Además, los tatuajes con color suelen tardar mayor tiempo en curarse por completo, al igual que aquellos que se ubican en el interior de una articulación. Lo importante es que tengas paciencia y siempre cumplas con los cuidados necesarios.
¿Qué puede salir mal con el tatuaje?
Los cuidados posteriores al tatuaje son completa responsabilidad del cliente. En caso de que no siga las instrucciones pertinentes, es posible sufrir daños severos en la piel.
Entonces, cuando se plantea la pregunta sobre qué puede salir mal con el tatuaje, varios escenarios desfavorecedores son posibles. Por eso te compartimos las principales consecuencias.
Infección
Uno de los riesgos a los que estás expuesto cuando te realizas un tatuaje es el de sufrir alguna infección en la piel. Algunos ejemplos son las causadas por estafilococos. Debido a eso, evalúa muy bien el lugar en el que te realizarás el trabajo.
Alergias
Algunas personas son alérgicas a la tinta de los tatuajes e incluso esto se manifiesta años después. Por lo general, padecen erupciones o mucho picor en la zona. Si tienes esos síntomas, acude a un dermatólogo para que te indique la medicación necesaria.
Mala cicatrización
Para finalizar, están los problemas relacionados a la mala cicatrización. Dependiendo de diferentes factores, puedes ser propenso a desarrollar queloides o tener un crecimiento excesivo de tejido cicatricial.
¿Cómo cuidar el tatuaje con el paso del tiempo?
Una vez que tienes tinta en tu piel, todo tu estilo de vida debe cambiar. Para lograrlo de forma efectiva hay una serie de sencillos consejos que te servirán para cuidar de los tatuajes. ¡Toma nota!:
Evita la exposición a cámaras solares y lámparas solares: estas son capaces de desteñir los tatuajes o incluso producir cáncer en la piel. Ambos aparatos emiten una luz muy concentrada que podría ocasionar reacciones dolorosas.
Limita tu tiempo bajo el sol: el punto más fuerte del sol está entre las 10 a.m. y las 4 p.m. En ese tiempo reduce tu exposición a esos rayos.
Utiliza ropa liviana sobre los tatuajes mientras estás en el exterior: si tienes la piel sensible o tu tatuaje es nuevo, lo más recomendable es llevar prendas ligeras. Gracias a esto evitarás lastimaduras.
Coloca protección solar sobre el tatuaje: el protector es el aliado número uno para que el tatuaje se conserve, por lo que siempre que vayas a estar en exteriores debes aplicarte.
Hidrata la zona: sumado al protector solar, debes hidratar el área siempre que puedas. Así, garantizas que se mantenga fresco y no se desgaste antes de tiempo.
Importancia del bloqueador solar para los tatuajes
No se puede hablar acerca de la importancia del bloqueador solar para cuidar de los tatuajes sin antes mencionar que existen dos tipos de radiación ultravioleta (UV) emitida por el sol. En este sentido, se encuentran los rayos UVA y los UVB.
Rayos UVA
Este tipo de radiación penetra en lo profundo de la piel, por lo que causan daños más severos a largo plazo. Si expones tus tatuajes a este tipo de rayos, la piel envejece de forma prematura, generando flacidez y arrugas en las áreas.
Cabe destacar que los rayos UVA son capaces de desvanecer muchos tipos de tintas, por lo que el cuidado hacia ellos debe ser tomado en consideración en todo momento.
Rayos UVB
Son aquellos que dañan las capas superiores de la piel, es decir, los principales responsables de las quemaduras solares. Entonces, la mejor manera de cuidar de los tatuajes con el transcurso de los años es utilizando en todo momento protección solar.
Hay que usarlos luego de que el tatuaje haya cicatrizado por completo. Si aún está en la fase de curación, son propensos a infectarse, por lo que lo mejor es cubrir la zona con ropa suelta y evitar el ambiente exterior.
Con respecto a los ingredientes, hay que tener especial cuidado, ya que algunos contienen oxibenzona y octinoxato. Según un reciente estudio, la oxibenzona se puede absorber en el torrente sanguíneo más allá del umbral aprobado por la FDA.
Prácticas que debes evitar cuando te realizas un tatuaje
Una de las etapas más delicadas del tatuaje es cuando está recién terminado. Para ese momento la herida todavía se mantiene abierta o está sanando, por lo que hay prácticas que debes evitar a toda costa. A continuación te las detallamos.
Quitar las costras
Este punto es crucial. Luego de unos días, podrás apreciar que tu tatuaje se irá borrando, debido a que irá formándose una costra encima del diseño. Hay que tener presente que existen ciertas áreas en las que esta será más gruesa.
Teniendo en consideración ello, debes evitar a toda costa retirar o tirar de ellas para cuidar de los tatuajes. Se pueden encontrar conectadas a capas de piel más profundas en las que la tinta no haya terminado su proceso de fraguado.
Retirar la piel que se va pelando
Posterior a la fase de las costras, apreciarás que el tatuaje se comenzará a pelar. Evita jugar con dicha piel, retirarla o manipularla demasiado. A pesar de que pareciera que es una capa muy ligera, también podría estar conectada con pigmentos de la configuración de la tinta.
Rascar la zona
Este es uno de los aspectos más determinantes luego de hacerte un nuevo tatuaje. Hay muchos escenarios negativos con los que te puedes encontrar si decides comenzar a rascarte en dicha área.
Por ejemplo, con esa acción retiras costras y capas de piel al mismo tiempo, lo que incentiva a que se extraigan cantidades importantes de la tinta. Asimismo, los arañazos pueden provocar el desarrollo de hendiduras con cicatrices.
Sumergir la zona en agua
No es recomendable sumergir las zonas recién tatuadas en concentraciones de agua. Algunos de estos espacios son los fregaderos, los baños, los lagos y las piscinas. En caso de que entres en contacto con aguas de este tipo por accidente, lávate lo antes posible con agua potable y jabón antibacterial sin alcohol.
Exponer el tatuaje al sol
Esta regla es otra de las más trascendentales. El sol es el primer enemigo de los tatuajes, por lo que se tiene que evitar el contacto con este. Colócate una prenda encima y siempre recuerda aplicarte protección.
Si estás en los primeros días, evita a toda costa exponerte al sol o al aire libre sin una capa de ropa encima para cuidar de los tatuajes. Así evitas que la zona se irrite, hinche o salgan ampollas que empeoren la cicatrización.
Vendar nuevamente el tatuaje
Si el artista no te lo ha indicado, no debes vendar el tatuaje después de que te quitan la cobertura inicial. Tu tatuaje tiene que respirar para que las cicatrices se cierren más rápido.
Aparte de ello, al cubrir esa área por mayor tiempo del debido se produce humedad y calor. Eso incentiva el desarrollo y proliferación de bacterias, lo que conlleva a infecciones.
Usar jabones o lociones con fragancia/alcohol
Tu piel está muy sensible cuando tu tatuaje está recién hecho, por lo que no debes utilizar productos que contengan fragancias artificiales o alcohol. Estos ingredientes son propensos a irritar la piel.
Hacer ejercicio
La sudoración en los días siguientes a la confección de tu tatuaje puede ser un problema. Recuerda que la tinta aún se está fijando en las capas más profundas de la piel, por lo que si se filtra, traería inconvenientes.
Aparte, los gimnasios son establecimientos en los que hay presencia de gran cantidad de gérmenes en el ambiente. Si llegas a frotar el área tatuada sobre una superficie muy contaminada, sería perjudicial.
Tocar el tatuaje con las manos sucias
Como ya te hemos mencionado, el riesgo de infecciones con un tatuaje recién hecho es grande. Lo recomendable, si deseas cuidar de los tatuajes, es evitar tocar las áreas hasta que se recuperen por completo. De esta manera, siempre que vayas a manipular la zona, asegúrate de tener las manos limpias y desinfectadas.
Cuidar de los tatuajes es una cosa seria
Cuidar de los tatuajes es una tarea sencilla, pero requiere cuidados específicos que hay que cumplir a rajatabla. Esto evitará infecciones y producirá una permanencia mayor de la tinta, con calidad y nitidez, a lo largo de los años.
Consulta con tu tatuador las medidas básicas y vigila que no se manifiesten signos de infección, como enrojecimiento extremo o salida de pus. Los dermatólogos pueden prescribirte medicaciones, llegado el caso.
Fuente: Mejor con salud
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