(EFE).- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó ayer lunes un plan integral mediante el cual dispone de hasta 1.600 millones de dólares para apoyar por los próximos dos años a Guatemala, Honduras y Nicaragua en sus planes y proyectos para la reducción de desastres.
Centroamérica, con unos 50 millones de habitantes, es un territorio con costas en el Atlántico y el Pacífico, volcanes y montañas, en cuyas laderas se levantan comunidades pobres y rurales, lo que la hace una de las regiones más vulnerables del mundo a los desastres naturales.
Los huracanes Eta e Iota, que asolaron a buena parte de Centroamérica en noviembre pasado «remarcaron la necesidad urgente de contar con infraestructura resiliente, la mitigación al cambio climático y la gestión de riesgos en Centroamérica que reduzca el impacto en las poblaciones afectadas», dijo el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
Los huracanes Eta e Iota tocaron tierra directamente a Nicaragua y Honduras pero también causaron graves afectaciones en el resto del istmo, dejando al menos 200 muertos, desaparecidos, pérdida de cosechas y de millones de dólares en infraestructura.
«Cuando llegaron los huracanes, respondimos de forma inmediata y coordinada con el resto de multilaterales, y hoy presentamos un plan para seguir apoyando a la región», agregó Claver-Carone.
El BID indicó que si bien los países centroamericanos «han desarrollado sistemas de alerta ante desastres naturales, el desafío es avanzar hacia la prevención y manejo de la vulnerabilidad frente» a eventos como los huracanes, «acelerando así la implementación de una agenda de adaptación y desarrollo de infraestructura resiliente».
La institución afirmó que el plan integral presentado este lunes «se implementará de forma coordinada con otras agencias multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), así como otros socios regionales como el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y socios a nivel de cada país».
Además de los recursos financieros puestos a disposición de Honduras, Guatemala y Nicaragua, el BID desarrollará nuevas facilidades financieras para apoyar más, tanto a la atención de las emergencias, como a la cobertura de riesgos y adaptación al cambio climático.
En ese sentido, el multilateral recordó que en diciembre pasado aprobó que se postergara el pago de intereses sobre sus préstamos a raíz de un desastre natural, y se lanzaron como piloto los llamados «bonos por catástrofe», que ofrecen cobertura contra riesgos vinculados a desastres y se adaptan a aquellos riesgos sobre los cuales los países quieran tener cobertura.
El laboratorio de innovación del Grupo BID, el BID Lab, aprobó con el apoyo de la Fundación Covelo, fondos por 60 millones para beneficiar a 40.000 micro y pequeñas empresas afectadas tanto por la pandemia como por los huracanes, para acceder a préstamos que ayudan a reactivar sus negocios de forma inmediata.
«A manera de tercer y último pilar del plan, el BID trabaja en la generación de una agenda de conocimiento para difundir buenas prácticas en materia de gestión de riesgos, mediante una serie de diálogos en la región, en los que se compartirán lecciones aprendidas en otros países, como, por ejemplo, la experiencia de Nueva Orleans en Estados Unidos», señaló el multilateral a través de una declaración pública difundida en Panamá.
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