La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) plantea que las autoridades de salud de la región han fracasado en el manejo de control del coronavirus, asegurando que las políticas públicas no son congruentes con la gravedad de la situación en demasiados lugares.
La doctora Carissa F. Etienne ,aseguró que este panorama obliga a la región de las Américas a intensificar acciones de salud pública como el distanciamiento social, la restricción de reuniones, el uso de mascarillas y el lavado de manos para limitar la exposición de la población durante la pandemia de la COVID-19.
«Nuestra región y nuestro mundo están fracasando en controlar el coronavirus. Las políticas y muchos de nosotros hemos relajado las medidas de control que sabemos que funcionan y que nos han ayudado hasta ahora a mantenernos sanos y a los hospitales funcionando», dijo en una rueda de prensa.
Etienne agregó estar «particularmente preocupada por las próximas semanas. En toda nuestra región, especialmente en América del Norte y del Sur, muchos hospitales están funcionando a límite de su capacidad o muy cerca de éste». Refirió las altas tasas de ocupación en las unidades de cuidados intensivos, la escasez de oxígeno en algunas zonas y la falta de capacidad para hacer frente a la velocidad con la que están ocurriendo las nuevas infecciones debido al «auge sostenido de los casos».
Destacó además que «en la última semana vimos más de 2,5 millones de nuevos casos de la COVID-19 en las Américas — equivalente a más de la mitad de todas las infecciones a nivel mundial — y 42 mil personas perdieron la vida a consecuencia de la pandemia».
Las vacunas contra la COVID-19 ayudarán a salvar vidas y «eventualmente a detener la pandemia», enfatizó, «pero también debemos estar conscientes de que las dosis con las que contamos actualmente no son suficientes para lograr un impacto visible en la transmisión del virus en este momento y en el corto plazo. Las dosis disponibles hoy para ser utilizadas son muy limitadas y continuarán en oferta escasa en todas partes».
Etienne subrayó que la OPS trabaja con los países para asistirlos en prepararse para vacunar a sus poblaciones, además de apoyar el mecanismo COVAX para que las vacunas estén disponibles en todos los países de las Américas.
Mencionó que el Fondo Rotatorio de la OPS «desempeñará un papel clave en este proceso», ayudando a los países a adquirir vacunas, jeringas, equipo de cadena de frío y otros suministros para la aplicación de las vacunas.
La directora explicó que 18 países han preparado planes nacionales de despliegue de vacunación y 23 han completado la Evaluación de Preparación para la Vacuna.
«Para la OPS, la introducción exitosa de la vacuna no debe medirse simplemente en función de la temporalidad, sino a través de la perspectiva de la equidad. No debemos dejar que las campañas de vacunación se fracturen por falta de equidad que ha dejado huella en la salud de nuestra región», afirmó.
«El despliegue de vacunación debe dar prioridad a aquellos que están en riesgo, como el personal de los servicios de salud en la primera línea de respuesta, los adultos mayores y las personas con padecimientos preexistentes. También deben dar prioridad a las poblaciones las marginadas, para las cuales usualmente es difícil acceder a la atención que requieren”, añadió Etienne.
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