Miles de simpatizantes del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, irrumpieron ayer miércoles, 6 de enero, en el edificio del Capitolio, donde se celebraba en ese momento una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y del Senado para certificar en el Colegio Electoral la victoria del demócrata Joe Biden en las presidenciales del 3 de noviembre.
El episodio de violencia vivido este miércoles, que se ha saldado con cuatro muertos, no tiene parangón en la historia reciente del Congreso norteamericano. De hecho, el último asalto al Capitolio se remonta a 1814, durante la guerra anglo-estadounidense. Las tropas británicas se apoderaron entonces de Washington y prendieron fuego a muchas instalaciones gubernamentales, incluida la Casa Blanca y el Capitolio.
En los siguientes doscientos años se registraron otros incidentes violentos y atentados en el territorio del Capitolio, siendo el más sonado el ocurrido en 1954.
Ataque armado de nacionalistas puertorriqueños en 1954
El 1 marzo de 1954, un grupo de cuatro nacionalistas puertorriqueños dirigido por la activista conocida como Lolita Lebrón irrumpió en la reunión de la Cámara de Representantes y abrió fuego contra los legisladores. Los cuatro pertenecían al Partido Nacionalista de Puerto Rico, favorable a la independencia de la isla de EE.UU.
Alrededor de las 14:30, los atacantes desplegaron una bandera puertorriqueña y abrieron fuego con armas automáticas contra los congresistas en un violento acto de protesta destinado a atraer la atención del mundo sobre la situación colonial en su país. Realizaron alrededor de 30 disparos y cinco congresistas resultaron heridos.
Lolita Lebrón cumplió 25 años en prisión hasta que en 1979 su pena fue conmutada «por razones humanitarias» por el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter.
Atentado de Weather Underground en 1971
En marzo de 1971, miembros de la organización de izquierda radical Weather Underground detonaron una bomba en la planta baja del Capitolio en protesta por la invasión estadounidense de Laos. La explosión causó numerosos daños materiales valorados en cientos de miles de dólares, pero no dejó ningún muerto.
El ataque fue parte de una campaña de bombardeos realizada por el grupo en la década de los 70 contra varios bancos y otros edificios gubernamentales, incluido el Pentágono (1971) y el Departamento de Estado (1975). Weather Underground comenzó a desintegrarse tras la firma del acuerdo sobre el alto el fuego en Vietnam en 1973 y se disgregó completamente a fines de la década.
Explosión en el Senado en 1983
A las 22:58 del 7 de noviembre de 1983, una explosión golpeó el segundo piso del ala norte del Capitolio. Aquella noche, los miembros del Senado tenían previsto trabajar hasta tarde, pero la reunión se disolvió antes de lo esperado, lo que evitó decenas de posibles bajas.
Las autoridades de EE.UU. estimaron los daños materiales causados por la explosión en 250.000 dólares, según se indica el sitio web del Senado. A raíz del atentado, la zona exterior de la Cámara del Senado, que solía estar abierta al público, fue cerrada de forma permanente.
Tras una investigación de cinco años, los agentes federales de EE.UU. arrestaron y presentaron cargos contra seis miembros de la llamada Conspiración de la Resistencia de izquierda radical.
El tiroteo de 1998
En julio de 1998, un hombre identificado posteriormente como Russell Eugene Weston Jr. irrumpió en un puesto de control de seguridad en el Capitolio y abrió fuego con su revólver Smith & Wesson, matando a dos oficiales de la Policía. Jacob Chestnut murió en el lugar y John Gibson fue declarado muerto luego de una operación fallida en el Hospital de la Universidad George Washington.
En el fuego cruzado entre el pistolero y la Policía del Capitolio, un turista resultó herido de bala.
Un juez federal encontró al sospechoso incompetente para ser juzgado y envió a Weston a un centro correccional para que se sometiera a tratamiento psiquiátrico, donde permanece hasta el día de hoy.
Los atentados del 11S
El 11 de septiembre de 2001, el Capitolio de EE.UU. se encontraba entre los objetivos de los terroristas que atentaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono. El edificio iba a ser impactado por un cuarto avión, pero la nave se estrelló en un campo abierto a unos 208 kilómetros del Capitolio, después de que los secuestradores perdieran el control de la aeronave cuando los pasajeros y la tripulación se rebelaron contra ellos.
Tras los atentados del 11S, el Gobierno estadounidense reforzó considerablemente las medidas de seguridad, tanto en Capitolio como en otras agencias gubernamentales de la nación. Sin embargo, debido a la pandemia, este miércoles la sede del poder legislativo contaba con menos personal de lo habitual, incluidos miembros de seguridad.
Los manifestantes afines a Trump invadieron los pasillos del Capitolio, donde se enfrentaron a la Policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud y practicó 52 detenciones. Los legisladores de ambas cámaras, el personal del edificio y los periodistas fueron evacuados de las instalaciones. Se confirmó que cuatro personas murieron, mientras 14 agentes resultaron heridos.
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