Agencia EFE
Stephen Curry se impuso hoy a LeBron James, que falló el tiro sobre la bocina para llevarse la victoria, en un muy esperado duelo de la NBA en el que los Golden State Warriors sorprendieron a Los Angeles Lakers (113-115), que vieron así rota su racha de cinco triunfos consecutivos.
A falta de 1,7 segundos, James tuvo un triple frontal para darle la victoria a los Lakers, pero el balón no entró y los Warriors culminaron de esta forma una espectacular remontada después de haber ido perdiendo durante todo el encuentro.
Curry consiguió 26 puntos (8 de 22 en tiros) y 7 asistencias, mientras que James logró 19 puntos (6 de 16), 5 rebotes y 5 asistencias.
Los grandes focos de la NBA estaban puestos sobre ellos, pero tampoco decepcionaron los actores secundarios: Dennis Schroder (25 puntos) y Anthony Davis (17 puntos, 17 rebotes y 7 asistencias) brillaron para los Lakers, mientras que Kelly Oubre Jr. (23 puntos) destacó en los Warriors.
Marc Gasol disputó 16 minutos para los Lakers en los que aportó 5 puntos (2 de 5 en tiros), un rebote, una asistencia y un robo frente a 2 pérdidas.
La historia reciente de la NBA se puede explicar en gran parte a través de Curry y James, ya que todas las Finales de la última década han contado con al menos uno de ellos en la cancha.
La afilada rivalidad entre ellos llegó a su cima con las cuatro finales consecutivas (entre 2015 y 2018) en las que James con los Cleveland Cavaliers se midió a los históricos Warriors de Curry, que obtuvieron el anillo en tres ocasiones.
Curiosamente, James y Curry no se enfrentaban en partido oficial desde diciembre de 2018 por culpa de las lesiones, lo que le dio al duelo de hoy un aire muy especial.
Schroder empezó su noche de fuegos artificiales con 6 puntos seguidos que, unidos a dos triples tempranos de Gasol y Kentavious Caldwell-Pope, impulsaron a los Lakers desde los primeros minutos (15-10).
El base alemán estuvo absolutamente desatado en el comienzo, tanto que en el ecuador del primer cuarto llevaba él solo más puntos (12) que el resto de los Warriors (23-10).
La defensa y el contraataque, una de las señas de identidad de los actuales campeones de la NBA, sobresalió en un primer cuarto en el que Montrezl Harrell aportó como siempre poderío y entrega, Davis acabó con 6 asistencias, y Schroder lo cerró con 14 puntos.
En el bando rival, Curry se desesperaba ante la pegajosa defensa de Schroder (1 de 5 en tiros, 5 puntos en total) y solo un triple suyo sobre la bocina alivió algo el dolor de los Warriors (34-22).
Como a Curry, también a James le costó entrar en calor (solo 2 puntos en los primeros 12 minutos).
Afortunadamente para los Warriors, su segunda unidad salió con brío desde el banquillo, cerró los espacios en defensa, y con 6 puntos de un Eric Paschall sobrado de corazón redujo la diferencia (40-33).
Ante la escasa presencia anotadora de Curry, Oubre Jr. dio un paso al frente en la primera mitad (16 puntos).
Pero en ese momento de inquietud entre los de púrpura y oro, el quinteto inicial saltó para despejar cualquier duda.
James comenzó a entonarse, y Schroder y Davis regresaron a la pista igual de inspirados que se habían ido al banquillo, con lo que los Lakers volvieron a presumir de frondosos recursos contra unos Warriors que a la mínima se desinflaban (64-48 al descanso).
El paso por los vestuarios despistó a los Lakers (Gasol recibió una falta técnica por protestar) y Andrew Wiggins lo aprovechó de maravilla con tres triples consecutivos para meter de nuevo en el partido a los Warriors (70-61).
Y entre pérdidas en ataque, errores en defensa y una nueva falta técnica (esta vez para el entrenador Frank Vogel), los Lakers, totalmente atascados, se encontraron de repente con los Warriors pisándoles los talones tras un triple frontal de Curry (70-68) que culminaba un monstruoso parcial de 2-17.
Al cuerpo de bomberos formado por Davis y Schroder se le unió esta vez Kyle Kuzma desde el perímetro para volver a apagar los fuegos (92-81) ante un Curry que amenazaba con incendiarlo todo (11 puntos solo en ese cuarto).
Ya en el parcial decisivo, el banquillo de los Warriors volvió a dar un rendimiento de primera en los minutos de descanso de Curry (103-97).
Acostumbrados en los últimos encuentros a llegar al último cuarto con la papeleta solucionada, los Lakers se vieron de repente sudando hasta el final tras 5 puntos consecutivos de Curry (108-106 a falta de tres minutos).
Y los nubarrones continuaron sobre Los Ángeles: Oubre Jr. forzó una pérdida de Schroder para empatar el partido, y Draymond Green le dio a los Warriors su primera ventaja de la noche con solo dos minutos por jugarse (108-112).
Finalmente, el duelo se resolvió desde el acierto en el triple: Curry anotó uno lejanísimo marca de la casa (110-115 a falta de un minuto), y James erró el suyo sobre la bocina.
Los Lakers siguen al frente de la Conferencia Oeste con 11 victorias y 4 derrotas (el mejor registro de la liga), mientras que los Warriors tienen ahora 7 partidos ganados y 6 perdidos.
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