Un año. Ya han pasado doce meses desde que se notificó el primer contagiado por coronavirus y se vio afectada, en todas sus formas, la vida de millones de ciudadanos. Una forma de contar lo sucedido es esta: la pandemia en 27 palabras, de la A a la Z.
Alarma
El 14 de marzo un Consejo de Ministros estableció el estado de alarma en España para decretar restricciones de movilidad, excepto en casos de fuerza mayor. Confinamiento domiciliario, encerrados en casa.
Con la llegada del virus y la explosión de contagios, el Gobierno asumió el control único para tomar medidas sanitarias, de transporte y seguridad.
Pero no terminó ahí. Después de los “preocupantes” datos de una segunda ola, el 25 de octubre se instauró de nuevo el estado de alarma, prolongado hasta mayo de 2021. Un segundo estado de alarma sin aislamiento domiciliario, pero sí perimetral por zonas o territorios.
Bulos
Con la salud en el punto de mira como protagonista de la información a lo largo de la pandemia, se dispararon no solo casos y muertes, también bulos y lo que los expertos llaman ‘infodemia’: sobreabundancia de información falsa que se propaga rápidamente entre medios y personas.
Ante el miedo a una amenaza desconocida, “los tratamientos milagrosos para la enfermedad han acaparado mucha desinformación y llegan a las consultas”, indica Carlos Mateos, coordinador de Salud sin Bulos.
Covid y Confinamiento
Todavía se discute sobre su origen o de si se debe nombrar en femenino o masculino. Sin embargo, lo que sí está claro es que la COVID-19 ha infectado a casi 80 millones de personas en todo el mundo hasta ahora.
Es el nombre de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, cuyo nombre clínico es SARS-CoV-2. Desconocida hasta finales de 2019, la COVID-19 ha causado la “mayor crisis sanitaria en el mundo desde hace un siglo”.
Frente a esta situación, el confinamiento fue la única solución para frenar lo contagios. A falta de una terapia eficaz contra la COVID-19, ha sido el “medicamento” utilizado para frenar los contagios y proteger la salud pública.
Encerrar a millones de ciudadanos en sus casas sin tener más contacto con la calle que para abastecerse de productos de primera necesidad, redujo los contagios a mínimos.
Desescalada
Casi tres meses de confinamiento después, llega mayo y, con él, la esperanza de que todo empieza a mejorar.
La desescalada, que empezó el 4 de mayo en España, se caracterizó por 4 fases, a cada cual con medidas más relajadas. Relacionadas tanto con actividades económicas como personales, que iban de la apertura de peluquerías y pequeños comercios a los entrenamientos de deportistas profesionales.
Un desconfinamiento gradual que debían cumplir las comunidades autónomas siguiendo una serie de indicadores, como un mínimo de camas UCI y hospitalarias, y con la provincia como unidad provincial de referencia.
EPIS
Calzas, dos pares de guantes, mascarilla, bata, gorro, gafas y pantalla formaban y siguen formando parte del vestuario habitual del personal sanitario dentro de los hospitales para evitar el contagio.
Médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería adoptaron el equipo de protección individual (EPI) como medida de seguridad para protegerse del virus, tanto a ellos mismos como a sus familiares y amigos.
En algunos hospitales, los EPIs también permitieron que un familiar pudiese despedirse de su ser querido, infectado por el virus.
“Estamos haciendo turnos de tres horas como máximo con los trajes puestos. Se pasa mal porque se suda muchísimo y con él puesto no se puede orinar, comer o beber”, dijo Raúl Gavira, enfermero en el Hospital Universitario de Móstoles (Madrid).
Fernando Simón
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha sido, junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, uno de los rostros más representativos desde el inicio de la pandemia y su gestión sanitaria.
La población ha estado, desde el primer momento de la pandemia, pendiente de sus palabras. Tanto, que algunas de sus frases -como la de ‘me he comido una almendra’- han pasado a plasmarse, incluso, en camisetas.
Sus apariciones en las ruedas de prensa han propiciado su popularidad con comentarios para todos los gustos.
Geles hidroalcohólicos
En las tiendas, en los bares, aeropuertos… Incluso en casa. El consumo de geles hidroalcohólicos nunca había sido tan alto como en las primeras semanas de pandemia.
Ante el desconocimiento y junto con las mascarillas, estos geles desaparecieron en cuestión de días de los expositores de farmacias y supermercados.
Su uso se ha llevado, en muchas ocasiones, al extremo como consecuencia de los bulos que existen en internet. Y esto ha predispuesto a problemas de piel y el desplazamiento del jabón tradicional.
“Vemos que hay personas que los usan como si fueran cremas hidratantes, y precisamente estos geles contienen alcohol. Recomendamos utilizarlos solo cuando sea necesario”, aclaró el doctor Raúl de Lucas, coordinador del Grupo de Dermatología Pediátrica de la AEDV.
No obstante, ha sido y es una de las medidas de prevención que garantizan, según los expertos, un menor riesgo de contagio.
Hospitales
Por sorpresa y sin recursos. Así se vieron los cientos de hospitales de España y del resto del mundo con la llegada del coronavirus. Ni siquiera el más grande, con los mejores materiales, estaba preparado para afrontar una primera ola por COVID-19.
Sus pasillos pasaron de ser un lugar de paso a una habitación sin límites, donde cientos de personas luchaban por respirar, desde una camilla o sentados en el suelo. Para descongestionar los hospitales, recintos feriales o, incluso, hoteles, llegaron a actuar como tal.
Una situación a la que muchos temen que se repita y se sigue intentando paliar con la creación de más hospitales y una mejor organización.
Inmunidad
Se trata del objetivo de cientos de ciudadanos: no volver a infectarse por COVID-19.
Después de haber pasado la COVID-19, como ocurre en la mayoría de los casos, los expertos indican que es poco probable que la persona se infecte de nuevo.
Sin embargo, el SARS-CoV-2 es nuevo para la ciencia y suscita preguntas que todavía quedan abiertas. Entre ellas, saber cuánto dura la inmunidad a esta enfermedad.
Los científicos calculan que solo entre un 5 % y un 10 % de la población española habría desarrollado anticuerpos. Por otro lado, existen 27 reportes de personas en el mundo que, una vez sanas, han enfermado de nuevo, y muchos otros casos posibles.
Jóvenes
Durante la segunda mitad de la pandemia se ha puesto el acento en este grupo a quienes, muchos, han visto como foco de contagios. Las campañas para concienciar a la población, ha sido dirigida, en especial, a los jóvenes.
“Hay gente que acaba cargando la responsabilidad en los jóvenes y no es así. Los jóvenes han demostrado durante mucho tiempo su responsabilidad“, señaló Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana.
Por otro lado y sin haber superado todavía la crisis económica de 2008, este grupo de la población también está en el punto de mira de los profesionales de la salud mental. Muchos de estos expertos advierten de que un desarrollo en estas condiciones hará de “nuestros jóvenes” personas más depresivas e introvertidas. Un grupo de la población especialmente afectado por el desempleo, disparado con la pandemia.
Kafkiano
Así definen muchos la situación que estamos viviendo: kafkiana. No nos hemos convertido en enormes cucarachas ni nos han encarcelado sin una razón. Pero 2020 han sido una sucesión de circunstancias tan inconcebibles como las que podría imaginar Kafka y que muchos jamás ni habrían soñado que viviríamos en la actualidad.
Lavado de manos
El lavado de manos ya no se concibe como algo ocasional y rápido antes de comer. No. Desde la llegada del coronavirus, ha sido, en muchos casos, la acción principal al llegar a casa, a un restaurante o a cualquier lugar que diese la oportunidad de desinfectar esta parte del cuerpo.
Con el objetivo de evitar tener cualquier virus en nuestras manos, los expertos detallan que se debe hacer por un tiempo de entre 40 y 60 segundos frotando a conciencia todas las zonas de la mano.
Mascarillas
Ahora sí, ahora no. Unas protegen, pero otras solo un poco. De colores, con filtros, quirúrgicas o de tela. Por debajo de la nariz, en la barbilla o en el codo.
Las mascarillas, que antaño se relacionaban con los profesionales sanitarios, se han convertido en un accesorio imprescindible a lo largo del año.
Se trata de un producto que permite tapar la boca y las fosas nasales para evitar que entren agentes patógenos y contagiarse y contagiar de enfermedades.
Su uso se ha extendido y es obligatorio llevarlas en el transporte público y en espacios públicos donde no esté garantizada la distancia física de 2 metros. Sin embargo, todavía no todos hacen un uso correcto de ella.
Nueva Normalidad
Es lo que conocemos por la nueva forma de vivir tras casi tres meses de confinamiento y hasta no acabar con el virus.
Un nuevo estilo de vida que conlleva cambios repentinos en los hábitos y tiene como consecuencia malestar psicológico entre la población.
“La exposición prolongada a una situación tan estresante, incierta y excepcional puede generar, en muchas personas, un desgaste o agotamiento emocional“, explica en un estudio la empresa Sonae Sierra.
EspaÑa
Uno de los países del mundo más golpeados por la COVID-19, en contagios y muertes, también en impacto económico.
En este sube y baja de los países por el golpeo del virus, España ha salido muy afectada, aunque países que llevaron mejor la primera ola, han sucumbido en la segunda, como Alemania.
Organización Mundial de la Salud
Su uso se ha extendido y es obligatorio llevarlas en el transporte público y en espacios públicos donde no esté garantizada la distancia física de 2 metros. Sin embargo, todavía no todos hacen un uso correcto de ella.
PCR
Pertenecen a las siglas en ingles de ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’. Se trata de una técnica de laboratorio que permite amplificar pequeños fragmentos de ADN para identificar gérmenes microscópicos.
Más popularmente reconocida por el característico palo para recoger muestras de mucosas nasofaríngeas que “parece que te toca el cerebro”.
Aunque ha saltado al estrellato con la pandemia, se usa en otras enfermedades infecciosas para determinar si un virus está o no activo. Y no solo en personas, también en animales.
Por ahora, según los expertos, es la prueba más precisa que existe para saber si alguien está infectado por el SARS-CoV-2.
Nueva Normalidad
Es lo que conocemos por la nueva forma de vivir tras casi tres meses de confinamiento y hasta no acabar con el virus.
Un nuevo estilo de vida que conlleva cambios repentinos en los hábitos y tiene como consecuencia malestar psicológico entre la población.
“La exposición prolongada a una situación tan estresante, incierta y excepcional puede generar, en muchas personas, un desgaste o agotamiento emocional“, explica en un estudio la empresa Sonae Sierra.
EspaÑa
Uno de los países del mundo más golpeados por la COVID-19, en contagios y muertes, también en impacto económico.
En este sube y baja de los países por el golpeo del virus, España ha salido muy afectada, aunque países que llevaron mejor la primera ola, han sucumbido en la segunda, como Alemania.
Organización Mundial de la Salud
Pertenecen a las siglas en ingles de ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’. Se trata de una técnica de laboratorio que permite amplificar pequeños fragmentos de ADN para identificar gérmenes microscópicos.
Más popularmente reconocida por el característico palo para recoger muestras de mucosas nasofaríngeas que “parece que te toca el cerebro”.
Aunque ha saltado al estrellato con la pandemia, se usa en otras enfermedades infecciosas para determinar si un virus está o no activo. Y no solo en personas, también en animales.
Por ahora, según los expertos, es la prueba más precisa que existe para saber si alguien está infectado por el SARS-CoV-2.
Toque de Queda
El toque de queda es la prohibición o restricciones, impuestas por instituciones gubernamentales, con las que se restringen la libertad de movimiento de los ciudadanos. Un término que, al escucharlo, se relaciona con la historia militar.
En España, vigente desde el pasado 25 de octubre, tiene como objetivo combatir al coronavirus y minimizar los contagios.
Residencias
Han sido los lugares más castigados por la pandemia, sobre todo en la primera ola. En ellas, la COVID-19 ha atacado con más fuerza, pues las circunstancias han facilitado su propagación: personas en comunidad, contacto estrecho entre profesionales y residentes por los elevados niveles de dependencia. Las muertes por coronavirus han sido numerosísimas.
Sanitarios
¿Héroes o profesionales sin descanso? Se les aplaudió desde los balcones durante la primera ola y recibieron el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Se protegieron como pudieron en la durísima primavera de 2020 y se situaron al frente de esta guerra sanitaria. Los profesionales de la salud han denunciado sus condiciones deficientes para una misión de esta envergadura, han lamentado la desunión política y han pedido una y otra vez responsabilidad a los ciudadanos.
Teletrabajo
Esta forma de trabajar no es nueva, pero sí más frecuente entre las empresas españolas que, con la llegada del coronavirus, han tenido que adaptarse a una nueva era de digitalización. A toda prisa.
Ante una situación en la que no está permitido ocupar todo el espacio interior de los locales u oficinas y en los que se debe evitar el contacto social todo lo posible, el teletrabajo ha sido una solución para continuar las tareas laborales. Eso sí, quienes puedan, pues en el caso de camareros, policías o sanitarios no ha sido una opción.
En opinión de muchos profesionales, el cambio al teletrabajo ha dejado al descubierto las carencias de muchas empresas y la brecha digital que existe.
UCI
Acrónimo de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), este espacio dentro de los hospitales se han visto desbordado con cada ola de contagiados por coronavirus.
Se trata de un área polivalente de acceso restringido, en el que los pacientes pueden estar en ‘cuarentena’. En el último año, ha pasado de tener pacientes con diferentes afecciones a toda una ocupación con solo pacientes COVID.
La pandemia ha puesto al límite a los grandes hospitales, que han tenido que triplicar en poco tiempo sus camas de UCI, habilitando nuevos espacios para atender a los pacientes más graves.
Vacunas
La esperanza de muchos ciudadanos para poder recuperar los antiguos hábitos y formas de vivir. Para poder, de nuevo, abrazar sin temor al contagio, y de reunirse sin tener que cribar el círculo de amigos.
Conseguirla lleva un proceso intenso, lento y regulado, pero la carrera por la vacuna ha logrado en un año lo que suele tardar aproximadamente entre 5 y 10 años: hallar un remedio al coronavirus.
La vacunación en España y en Europa ha comenzado antes de que acabe 2020: el domingo 27 de diciembre, empezando por los mayores de las residencias y sus trabajadores sociosanitarios.
Wuhan
El epicentro de lo que ha sido una “auténtica pesadilla”. En ella, en la capital china de Hubei, empezó todo, o al menos se alertó de su existencia por primera vez gracias al oftalmólogo de 33 años Li Wenliang.
Desde entonces, hemos aprendido este nombre, no gracias a los libros de geografía, sino al virus que expandió (con o sin intención alguna) a lo largo del mundo destruyendo millones de vidas.
Rayos X
Es una de las técnicas que se está utilizando para comprobar el estado en el que se encuentran los pulmones y la presencia de líquido en su interior o alrededor de ellos.
Yoga
Respirar profundamente e intentar encontrar la calma. El yoga se ha convertido en una actividad tan necesaria como cualquier otro deporte frente a los altos niveles de estrés, ansiedad y, en casos más extremos, depresión que ha generado la pandemia.
Zoonosis
Las enfermedades zoonóticas son aquellas que tienen su origen en animales y acaban saltando al ser humano.
A pesar de que se haya popularizado en este último año el coronavirus, la OMS alerta de que más del 60 % de las enfermedades infecciosas emergentes que se registran a nivel mundial son zoonóticas.
Fuente: EFE
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