Guatemala, EFE.- El final del confinamiento en Guatemala por la COVID-19 fue ordenado por el Gobierno el 27 de julio y dos meses después las autoridades se preparan para un repunte de casos, con más de 90.000 contagios acumulados en más de seis meses de pandemia.
Bajo el aviso del rebrote de coronavirus, el domingo el país llegó a los 90.092 contagios y a las 3.229 muertes registradas a causa de la COVID-19, desde que el pasado 13 de marzo el Gobierno hiciera público el primer caso positivo y, dos días más tarde, la primera muerte, correspondiente al segundo enfermo identificado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Desde entonces, con cierres parciales y totales, con toques de queda vespertinos y nocturnos, casi la mitad del país está pintada de rojo, con al menos 165 municipios en el máximo nivel de alerta, 101 en anaranjado y 74 en amarillo, pero aún ninguno en color verde, correspondiente a la llamada «nueva normalidad».
MÁS CAMAS
El Ministerio de Salud Pública guatemalteco aseguró esta semana que la cantidad de camas de la red hospitalaria nacional para la atención de la pandemia pasó de 840 disponibles en marzo a 2.219 en septiembre, de las cuales 1.318 son para casos moderados, 545 para leves y 356 para severos.
El Ministerio de Salud Pública guatemalteco aseguró esta semana que la cantidad de camas de la red hospitalaria nacional para la atención de la pandemia pasó de 840 disponibles en marzo a 2.219 en septiembre, de las cuales 1.318 son para casos moderados, 545 para leves y 356 para severos.
Según el Viceministerio de Hospitales, actualmente hay 1.608 camas disponibles, 178 de las cuales es para casos severos, 949 para moderados y 481 para pacientes con síntomas leves.
Entre el 20 de agosto y el 23 de septiembre, hubo una disminución de la ocupación general de la red nacional de hospitales públicos, que varió del 80 al 28 por ciento, de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud.
Entre el 18 y el 24 de septiembre, desde que se reabrió el Aeropuerto Internacional La Aurora y las fronteras terrestres, Guatemala ha contabilizado dos turistas contagiados, tras la toma de 241 muestras.
LA CIUDAD EN REPUNTE
Esta semana, el director de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia COVID-19 (Coprecovid), el infectólogo Edwin Asturias, aseguró este martes que el departamento central de Guatemala, que concentra la mayor cantidad de casos positivos y fallecidos, vive un «repunte» de contagios, lo cual «anuncia una segunda ola».
Esta semana, el director de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia COVID-19 (Coprecovid), el infectólogo Edwin Asturias, aseguró este martes que el departamento central de Guatemala, que concentra la mayor cantidad de casos positivos y fallecidos, vive un «repunte» de contagios, lo cual «anuncia una segunda ola».
Durante una comparecencia ante los medios de comunicación, Asturias agregó que otro «pequeño signo» que muestra el comportamiento de «segunda ola» de contagios es que la ocupación de las áreas críticas de los hospitales Roosevelt, San Juan de Dios (los dos más grandes del país) y el temporal del Parque de la Industria (un centro de convenciones estatal adaptado) se mantiene en un 80 por ciento.
Las áreas moderadas, en cambio, se ubican en un 60 por ciento en el Roosevelt y el San Juan de Dios, mientras que en el Parque de la Industria bajó a 40 por ciento, todo ello únicamente en la Ciudad de Guatemala.
Asturias también señaló que ha habido un «relajamiento de la población con respecto al uso de la mascarilla y asistir a aglomeraciones» y enfatizó que el 15 % de los habitantes de Guatemala usa mascarillas N95, el 30 % usa quirúrgicas y el 50 % de tela, mientras que el resto usa otro tipo de cubrebocas, según una encuesta al respecto.
El director de la Coprecovid consideró importante que el Congreso avale una séptima prórroga del estado de calamidad pública decretado inicialmente el 6 de marzo pasado, pues «si se relajan las medidas nos preocuparía más ante la segunda ola prevista».
La próxima semana el Gobierno definirá el nivel de las medidas de atención a la pandemia y si solicita o no una nueva prórroga del estado de calamidad, que le permite, entre otras cosas, regular la movilidad, el tránsito, endurecer o aligerar el confinamiento humano y compras directas sin licitación pública.
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