Miami, EFE.- Francis Suárez, alcalde de Miami, la ciudad más poblada del condado de Miami-Dade, el epicentro de la COVID-19 en Florida, afirma que frenar el avance del virus sin destruir la economía es posible todavía si la ciudadanía coopera, pero no descarta imponer una nueva cuarentena.
«Es algo que estamos analizando cada día y vamos a tener que tomar decisiones muy difíciles en los próximos días si esto no mejora», subraya en una entrevista con Efe este martes.
«Si esto fuera cosa solo de un virus -agrega- no habría problema, cerraríamos la ciudad mañana, pero va a afectar a las miles de personas el hecho de cerrar la economía por completo, es algo que se tiene que balancear con la realidad que tenemos en una pandemia».
Cuando se le pregunta por los 15.300 casos nuevos en un día que Florida registró el 12 de julio, la mayor cantidad diaria en todo Estados Unidos desde que se inició la pandemia, responde que «no es positivo» desde ningún punto de vista.
No obstante, considera «un poco fuerte» comparar la situación actual en Miami-Dade con la que había en la ciudad china de Wuhan cuando se inició la pandemia, como hizo la víspera una médica especialista en enfermedades infecciosas.
No obstante, considera «un poco fuerte» comparar la situación actual en Miami-Dade con la que había en la ciudad china de Wuhan cuando se inició la pandemia, como hizo la víspera una médica especialista en enfermedades infecciosas.
COOPERACIÓN CIUDADANA PARA VENCER AL VIRUS
«Por el momento la mortalidad se ha mantenido baja, tenemos suficiente capacidad (hospitalaria) por lo menos para las próximas semanas y hemos tomado medidas para reducir la curva del aumento de infecciones. Obviamente necesitamos la cooperación de nuestros residentes para llegar a ese punto», dice Suárez, de 42 años y primer alcalde de Miami nacido en la ciudad.
«Por el momento la mortalidad se ha mantenido baja, tenemos suficiente capacidad (hospitalaria) por lo menos para las próximas semanas y hemos tomado medidas para reducir la curva del aumento de infecciones. Obviamente necesitamos la cooperación de nuestros residentes para llegar a ese punto», dice Suárez, de 42 años y primer alcalde de Miami nacido en la ciudad.
En las últimas 24 horas se registraron 2.090 nuevos casos de COVID-19 en Miami-Dade y la cuenta acumulada desde el 1 de marzo está en 69.803 casos, de ellos 1.175 mortales.
En toda Florida desde el 1 de marzo 291.629 personas se han contagiado la enfermedad y 4.409 han fallecido, contando la 132 de las últimas 24 horas, que es una cifra récord para el estado.
El alcalde, que fue de los primeros miamienses en contraer la enfermedad, piensa que «una parte de lo que estamos viendo en este momento tiene que ver con la falta de disciplina» de personas que no cumplen con las normas para prevenir los contagios.
El alcalde, que fue de los primeros miamienses en contraer la enfermedad, piensa que «una parte de lo que estamos viendo en este momento tiene que ver con la falta de disciplina» de personas que no cumplen con las normas para prevenir los contagios.
Aunque también cuando se le pregunta admite que ha habido confusión e incluso contradicción en los mensajes de las autoridades estatales, condales y locales.
En Miami-Dade, por ejemplo, es obligatorio el uso de mascarillas en espacios públicos, pero no lo es a nivel estatal porque el gobernador Ron DeSantis no ha querido imponer esa medida a todos los floridanos con el argumento de que no en todas partes de Florida la COVID-19 tiene la misma prevalencia.
«Creo que necesitamos tener más comunicación para dar un mensaje único». «Es mejor tener consistencia de comunicación y de mensaje», subraya.
«Creo que necesitamos tener más comunicación para dar un mensaje único». «Es mejor tener consistencia de comunicación y de mensaje», subraya.
HOTELES RECONVERTIDOS EN CENTROS DE AISLAMIENTO
Sobre las medidas que está tomando en este momento crítico, menciona que para asegurar que los negocios cumplen las reglas para prevenir la COVID-19 se están aplicando a los infractores cierres de 24 horas a 30 días, dependiendo de la gravedad.
Sobre las medidas que está tomando en este momento crítico, menciona que para asegurar que los negocios cumplen las reglas para prevenir la COVID-19 se están aplicando a los infractores cierres de 24 horas a 30 días, dependiendo de la gravedad.
Además está tratando con las autoridades del estado la posibilidad de usar hoteles como unidades de aislamiento, pero por ahora no sabe de cuántos podrá disponer.
«Sabemos que más del 30 % de las personas se están contagiando por contacto en su propio hogar y por un miembro de la familia, así que lo que tenemos que hacer, cuando sabemos que una persona está contaminada, es que esa persona se ponga en cuarentena preventiva inmediatamente», subrayó.
«Sabemos que más del 30 % de las personas se están contagiando por contacto en su propio hogar y por un miembro de la familia, así que lo que tenemos que hacer, cuando sabemos que una persona está contaminada, es que esa persona se ponga en cuarentena preventiva inmediatamente», subrayó.
Esto también es válido para personas vulnerables que viven en hogares en riesgo de contagio con varias generaciones conviviendo.
Aparte del efecto en la economía, le preocupa de la cuarentena el después. «No podemos cerrar y abrir, cerrar y abrir, necesitamos un plan a largo plazo. Si no, no podemos lidiar con esta enfermedad en nuestra comunidad de una forma sostenible»,dice este político de origen cubano.
Sobre cómo ha influido la enfermedad en la toma de decisiones, subraya que algo que recuerda en todo momento es que «si uno no se examina rápidamente puede contagiar a muchas personas».
«Ahora lo que estamos haciendo es proteger a los más vulnerables de nuestra comunidad y proveer comida a las personas de necesidad y asegurarnos que tenemos un plan a largo plazo», subraya.
«Ahora lo que estamos haciendo es proteger a los más vulnerables de nuestra comunidad y proveer comida a las personas de necesidad y asegurarnos que tenemos un plan a largo plazo», subraya.
LIDIAR CON LA COVID-19 COMO CON UN HURACÁN
Suárez dice que el hecho de que 2020 sea un año electoral no le afecta en sus decisiones sobre la COVID-19, pues, además de que su cita con las urnas es en 2021, él lidia con este problema cómo si fuera un huracán.
Suárez dice que el hecho de que 2020 sea un año electoral no le afecta en sus decisiones sobre la COVID-19, pues, además de que su cita con las urnas es en 2021, él lidia con este problema cómo si fuera un huracán.
Ante un ciclón «no puedes tomar una posición liberal, ni conservadora, ni republicana ni demócrata. Para mi esto es en base a la ciencia, los expertos y la forma en la que afecta a la economía», dice Suárez, cuyo padre, Xavier Suárez, también fue alcalde de Miami y en las elecciones de este año competirá por la Alcaldía de Miami-Dade con el actual r Carlos Giménez.
«Para mi sería una bendición tenerlo en el condado», señala.
«Para mi sería una bendición tenerlo en el condado», señala.
Su mensaje a los miamenses en este momento difícil es: «Tenemos que estar vigilantes, tenemos que seguir las reglas, tenemos que asociarnos como una ciudad y entender que si nos disciplinamos podemos vencer la COVID-19 más rápido y regresar eventualmente a la normalidad».
Ana Mengotti
Ana Mengotti
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