Desde que se anunció el retraso de los JJOO a mediados del pasado marzo, los responsables de Tokio 2020 están inmersos en la compleja tarea de reorganizar presupuestos, sedes deportivas y otros aspectos logísticos, a lo que se añade la declaración del estado de emergencia o alerta sanitaria en Japón hace un mes.
«Lo que estamos haciendo supone un desafío sin precedentes. Pero estamos haciéndolo del mejor modo posible para que no tenga ningún impacto en los preparativos para los Juegos», dijo hoy en una rueda de prensa por videoconferencia el portavoz del comité organizador de Tokio 2020, Masa Takaya.
Los organizadores, por el momento, no han logrado ningún avance visible en ninguno de los dos principales aspectos pendientes -garantizar la disponibilidad de las sedes de los eventos deportivos para el verano de 2021 y definir los costes que tendrá el retraso- pero «continúan trabajando ello», afirmó Takaya.
Tampoco existe por ahora ninguna fecha concreta para cerrar ambos asuntos, según el portavoz, quien sí dio a entender que se espera lograr avances de cara a las próximas reuniones que mantendrán los organizadores con el Comité Olímpico Internacional (COI). La Comisión Ejecutiva está convocada por vía telemática el 14 de julio y se estudiará también entonces si la próxima Sesión o asamblea general puede celebrarse por el mismo sistema el 17 de julio.
En cuanto a la disponibilidad de las sedes de los eventos deportivos, el portavoz dijo que «se están manteniendo negociaciones en estos momentos» y que se espera concluirlas «lo antes posible», aunque precisó que cada caso «es diferente».
La mayoría de las instalaciones deportivas que se iban a usar para Tokio 2020 estaban reservadas únicamente para el verano de este año, así como la Villa Olímpica, construida para servir como alojamiento para los atletas pero que iba a ser destinada a fines residenciales particulares desde septiembre.
Esto ha dejado en el aire su posible uso para las nuevas fechas de los Juegos Olímpicos (del 23 de julio al 8 de agosto de 2021) y los Paralímpicos (del 24 de agosto al 5 de septiembre del mismo año), aunque los organizadores confían en mantener la mayor parte de las sedes programadas originalmente.
Japón se encuentra bajo alerta sanitaria desde comienzos de abril, una medida destinada a contener los nuevos contagios de COVID-19 que el Gobierno ha decidido extender hasta finales de mayo.
La medida implica la recomendación a los ciudadanos de trabajar desde casa y de evitar salir dentro de lo posible, así como el cierre de numerosos comercios y espacios públicos.
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