(Cuaderno de bitácora del Arca de Noé es una serie especial de EFE coordinada y editada por Olivia Alonso, con el testimonio diario en primera persona de un médico voluntario en el hospital de campaña de Ifema, en Madrid).
Madrid, EFE.- Con el domingo de Pascua termina la Semana Santa en el Arca de Noé como empezó. Mas pacientes con el alta esperando un hotel para poder pasar la cuarentena, solo tres ingresos en el día de hoy en mi control del Pabellón 9 y, a pesar de la mejoría de los enfermos, no hemos conseguido que nadie se pudiera ir.
En el turno de la mañana hemos trabajo 4, dos adjuntos y dos residentes, y cada uno de nosotros hemos pasado consulta a seis enfermos. Quería dar un alta, pero no ha sido posible ya que el paciente estaba un poco corto de oxígeno.
Me he encontrado con tres ingresos nuevos de ayer por la tarde, que estaban bastante bien, con lo que he pasado la mañana reajustando tratamientos, quitando oxígenos y haciendo algunas radiografías para ver cómo se desarrollan algunas de las neumonías que ha provocado el coronavirus.
Parece que los responsables de este hospital de campaña van a reorganizar el trabajo de los sanitarios por la tarde, lo que sería un gran acierto. Hasta ahora, en cada control trabajaban 4 médicos y 1 supervisor por turno, lo que no tiene ningún sentido.
Tendríamos que funcionar como en los hospitales, donde se pasa consulta por la mañana, y por la tarde tendría que haber médicos para controlar a los más críticos o atender los posibles nuevos ingresos. Pero lo que no tiene ninguna razón de ser es que por la tarde también se pase consulta en Ifema.
¡Así no puede ser!. No es lógico que por la mañana quietemos una medicación y por la tarde se vuelvan a poner. Ojalá que reorganicen esto pronto porque es muy necesaria una redistribución de recursos.
En la pausa del café he coincidido con algunos de los responsables de este hospital de campaña, que me han reconocido que está habiendo muchas quejas respecto a los pacientes que siguen aquí esperando hotel, pese a tener el alta.
Los que están en esta situación aguantan estoicamente porque no pueden hacer nada. Si viven en una habitación con cuatro, no les queda otra en la que no se pueden aislar, no les queda otra que esperar a que les concedan la habitación.
Pensamos que el Gobierno de Madrid debería de tomar cartas en el asunto y ordenar que se dispusieran para este fin muchos mas hoteles, sobre todo cuando están cerrados porque no pueden tener actividad por el estado de alarma.
Aparte de la paciencia con que tienen que hacer frente a esta situación los pacientes ya dados de alta, no es nada bueno que estén allí. Es un sitio contaminado y, según algunos estudios, lo peor es la sobreinfección.
En Madrid se puede dar ya casi por concluida una Semana Santa que ha sido extraña y difícil para todos. Mañana me toca librar y espero que, cuando vuelva al recinto de Ifema el martes, hayan cambiado algunas cosas para que prime la eficiencia con la que se tiene que manejar una situación tan complicada como la que ha generado el COVID-19 en la sanidad y la sociedad española.
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