Ni siquiera el inicio de las restricciones por el avance del COVID-19 les detuvo. Miles de defensores del presidente del país, Jair Bolsonaro, marcharon en varias ciudades brasileñas en favor del Gobierno y contra los poderes Legislativo y Judicial.
El propio Jair Bolsonaro, que había pedido postergar los actos en apoyo a su gestión para evitar aglomeraciones que esparzan el coronavirus, dio marcha atrás y participó en la manifestación de Brasilia, la capital de Brasil.
«Eso no tiene precio (…). No es un acto contra nada, es un acto a favor de Brasil», afirmó el mandatario, quien retransmitió parte de la protesta en directo en su cuenta de Facebook y fue recibido por la multitud a los gritos de «mito» en la explanada situada entre los Tres Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
«Digo ‘no’ al sistema parlamentario. Mira lo que está sucediendo en Europa con el comunismo», contó a Efe Claudio de Oliveira Araujo, un pastor evangélico de 50 años.
De Oliveira, como otros miles de brasileños que defendieron este domingo a Bolsonaro, consideran que tanto el Legislativo (Cámara de los diputados y Senado) como el Judicial obstaculizan todas las reformas que aprueba el presidente con el objetivo de desgastarlo.
«Tengo más miedo de perder mi libertad como ciudadano que enfrentar una enfermedad» (COVID-19), dijo a EFE un integrante del acto, Rafael Pinheiro, de 36 años.
Brasil tiene de momento 121 casos confirmados y otros 1.496 sospechosos, pero el virus ya circula localmente en las ciudades de Sao Paulo (12 millones), Rio de Janeiro (7) y Salvador de Bahía (3).
Para frenar el número de infectados, se han comenzado a aplicar restricciones regionales y locales, entre ellas el cierre de escuelas en Rio a partir de este lunes.
Al calor de un domingo soleado, los habitantes de esta ciudad no se amilanaron por la inminencia de las medidas preventivas y se aglomeraron en el paseo marítimo de la playa de Copacabana.
«Corrupción en el Congreso y Tribunal Supremo. Ellos juntos matan más que todos los virus», rezaba uno de los carteles que portaban los manifestantes. Otros mostraron mensajes en favor de un golpe militar como el sucedido en 1964 que sumió a Brasil en una dictadura de 21 años.
En Sao Paulo, la capital económica del país, también se agruparon brasileños en favor del presidente. Cerca de 2.000 manifestantes, convocados por grupos como Movimiento Derecha Conservadora, marcharon ataviados con banderas y camisetas de Brasil.
Entre oraciones y arengas en favor de la dictadura, atacaron duramente al Tribunal Electoral, al que acusaron de perjudicar a Bolsonaro en las elecciones de 2018.
El mandatario se ha destacado por su escepticismo respecto al impacto del coronavirus y hace una semana llegó a afirmar que se trataba de una gripe.
El propio dirigente, situado en el grupo de riesgo por su edad (casi 65 años), dio negativo en el teste para saber si estaba infectado por el patógeno, después de que su jefe de prensa, Fabio Wajngarten, resultase infectado.
Wajngarten había acompañado a Bolsonaro en su reciente viaje a Florida, en Estados Unidos. Durante ese viaje, un diplomático y un senador que integraron la comitiva del mandatario también dieron positivo..
Fuente: EFE
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