Tegucigalpa.- Los casos de coronavirus en Honduras siguen en aumento, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar los controles en los mercados, para evitar la propagación del virus, que afecta a 30 personas en el país, donde varios sectores comienzan a exigir alimentos.
El Gobierno hondureño restringió anoche el acceso a los mercados del país y ordenó el cierre de los negocios en cumplimiento al toque de queda decretado hace nueve días por el Gobierno, luego de que se registraran tres nuevos contagios, lo que eleva a 30 el total de casos confirmados de COVID-19.
Miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Armados permanecerán en los alrededores de los mercados y comercios para garantizar la no presencia de la población y que se abastezcan las bodegas para luego distribuir el producto en cada barrio, indicaron las autoridades.
Las autoridades también han suspendido el servicio de transporte público, la venta de gasolina, exceptuando al personal que trabaja en la emergencia y empleados de los medios de comunicación, y ha ordenado el cierre de supermercados y bancos.
QUEDARSE EN CASA: ARMA EFECTIVA
El vocero del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), Francis Contreras, dijo a periodistas que «el arma más efectiva» para luchar contra el coronavirus es que la población se quede en casa y salga si es estrictamente necesario.
«Quedémonos en casa, disminuyamos la transmisibilidad de este virus, si hacemos casos de las recomendaciones (…) vamos a poder enfrentar mejor la enfermedad, no quisiéramos tener este toque de queda, pero es necesario para que la gente no salga», explicó.
Las autoridades están a la espera de los resultados de al menos 50 pruebas por sospecha de coronavirus en San Pedro Sula, norte del país, donde 23 personas se encuentran en aislamiento en sus domicilios.
EXIGEN COMIDA
Conductores y ayudantes de autobuses del transporte público protestan hoy en Tegucigalpa para exigir el Gobierno que les permitan trabajar o les proporcionen un salario mínimo y alimentos durante la emergencia sanitaria.
La jornada contó con la participación de decenas de conductores y ayudantes de autobuses que se apostaron a inmediaciones de un centro comercial en el norte de la capital hondureña, donde colocaron neumáticos a los que luego le prendieron fuego.
«Nosotros vivimos del día a día, no tenemos un salario fijo, sino trabajamos no comemos», indicó a periodistas el conductor Luis Guzmán, quien junto a su ayudante espera una respuesta del Gobierno.
Guzmán dijo que «es doloroso» que su hija, de 4 años, «me pida comida y yo sin dinero para poder comprar, aunque sea fríjoles».
ESPERAN RESPUESTA
«Exigimos una respuesta hoy porque ya no tenemos que comer, ir a robar no vamos a ir, nos tocará pedir, porque ni fiado nos dan», enfatizó.
El servicio de transporte público está suspendido desde el pasado lunes para tratar de evitar la propagación del coronavirus, aunque muchos conductores han desafiado la mediada, lo que ha dejado el decomisó de varias unidades.
El Gobierno entregará alimentos básicos por 30 días a los empleados y propietarios de taxis, dijo el presidente de Asociación de Taxistas de Honduras (Ataxis), Víctor Aguilar.
Agregó que el Gobierno se ha comprometido a dar alimentos a los taxistas debido a que por el toque de queda no pueden trabajar y conseguir dinero para comprar los productos.
Los residentes de diferentes barrios de Tegucigalpa han protestado para exigir también al Gobierno alimentos durante la crisis, ya que la mayoría son pobres y no pueden salir a trabajar por las medidas impuestas por las autoridades.
La Embajada de Estados Unidos en Honduras indicó en un comunicado que United Airlines y American Airlines reanudarán vuelos desde el país centroamericano, con el fin de «evacuar a los ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes».
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