Un recorrido por las hermosas pozas naturales ubicadas a la orilla del río Ozama, en el sector Gualey, del Distrito Nacional, deja al descubierto el lamentable descuido que tienen las autoridades de este atractivo turístico donde, además, se evidencia el riesgo expuesto de estos recursos ecológicos que han quedado arropados por basura y escombros.
El sector de Gualey cuenta con siete pozas naturales, que por décadas han sido frecuentadas por turistas y moradores para disfrutar a plenitud de las bondades naturales de sus aguas. Sin embargo, la maleza, el mal olor, las ramas y los troncos de árboles se han convertido en los adornos de estos centros de recreación.
El sector de Gualey cuenta con siete pozas naturales, que por décadas han sido frecuentadas por turistas y moradores para disfrutar a plenitud de las bondades naturales de sus aguas. Sin embargo, la maleza, el mal olor, las ramas y los troncos de árboles se han convertido en los adornos de estos centros de recreación.
“Aquí parece que no hay seres humanos, de todos los lados vienen a botar basura aquí. Nosotros necesitamos que manden camiones para basura; aquí vive gente y al parecer las autoridades eso no lo entienden”, expresó Anabel Compré, quien lleva 30 años residiendo a la orilla del río Ozama.
Pese a la contaminación y a los riesgos sanitarios, niños, jóvenes y adultos usan algunos de los manantiales para bañarse y como fuente de abastecimiento de agua.
Julio César Contreras, quien sobrevive de un negocio de comida para vender a quienes visitan los manantiales, pide la colaboración de voluntarios e instituciones públicas y privadas para rescatar, cuanto antes, las pozas de Gualey.
“No aguantamos los ratones, los gusanos y el mal olor. Hay una columna del teleférico frente a una de las pozas y ahí es que hay mayor cúmulo de basura. Ya casi la gente no vienen a bañarse aquí por las condiciones en que vivimos”, indicó.
“Yola Taxi”, medio de transporte en condiciones deplorables
Los brazos de José Moreno, de 63 años, no se cansan de remar la yola que por 13 años ha utilizado como medio de transporte, cruzando personas de un lado a otro en el río Ozama; para ganarse el sustento de su familia. Sin embargo, las condiciones de insalubridad requieren intervención urgente de las autoridades, debido al elevado grado de contaminación y desechos sólidos que se ve a simple vista en las paradas de las “Yola Taxis”. “Las autoridades se han olvidados de nosotros, aquí los desechos de basura es tan grande, que donde desembocamos la yola, se ha vuelto un muelle de ratones, cucarachas y otras plagas que luchan por sacar comida de los desechos que tiran aquí”, expresó Moreno a reportero de elCaribe en un recorrido por el río Ozama.
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