Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, de 72 años de edad, resultó ayer lunes positivo por COVID-19, pero se encuentra asintomático, una semana después de tener contacto con un asesor que posteriormente fue diagnosticado con coronavirus.
«Después de que el presidente de la República diera negativo ayer, y a pesar de que el test de antígenos de hoy fue negativo, se supo ahora, a las 21:40, que la PCR dio positivo», informó la Presidencia de la nación europea en una nota.
Agregó que “el presidente de la República está asintomático y ha hablado con el presidente de la Asamblea de la República, al primer ministro y a la ministra de Sanidad».
Informó que el presidente portugués seguirá trabajando en el Palacio de Belém, donde «guardará aislamiento profiláctico en la zona residencial». Rebelo de Sousa ha cancelado así toda su agenda de los próximos días.
Ayer lunes, el Ministerio de Sanidad portugués informó de 122 muertes y 5.604 nuevos contagios para un total de 7.925 víctimas mortales y 489.293 casos confirmados.
La región de Lisboa y Valle del Tajo concentran más de 2.100 de los nuevos positivos, mientras que la zona Norte ronda los 1.500 y el centro se sitúa ligeramente por debajo del millar, según los datos de la Dirección General de Salud del mencionado país.
El alza de los contagios se nota también en la cifra de ingresos hospitalarios, ya que hay 3.983 enfermos ingresados, 213 más, y crecen también los pacientes en unidades de cuidados intensivos, hasta 567. Las autoridades estiman que hay más de 109.000 casos activos.
El Gobierno de António Costa ha restringido la movilidad en los últimos días para tratar de contener la subida de los casos asociada a la Navidad, al tiempo que avanza en la campaña de vacunación.
Ha confirmado que más de 74.000 personas han recibido ya la primera dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech.
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